Rubén Caso resultó herido por el impacto de una bomba lacrigómena en el rostro. Su esposa tiene siete meses de embarazo y los médicos de EsSalud procuran salvarle la visión de su ojo derecho. La protesta del gremio de Construcción Civil fue contra el Gobierno Regional de Arequipa.
En cuestión de segundos la vida del obrero, Ruben Caso Choque, de 33 años, sufrió un cambio dramático. Él se encuentra internado en el hospital Edmundo Escomel de EsSalud, con riesgo de perder la vista, luego de que una bomba lacrimógena impactó en su ojo derecho durante la protesta del Sindicato de Construcción Civil cotra el Gobierno Regional de Arequipa.
“Los médicos me han dicho que mi situación es delicada y que me deben de transferir al hospital central. Tal vez necesite una cirugía, no puedo ver bien, solo veo borroso hasta donde llega mi mano”, contó Caso.
El obrero habló en exclusiva con RPP y contó que el último jueves llegó a la Av. Kennedy 10 minutos antes de la siete de la mañana, después de los primeros enfrentamientos con la Policía.
“Yo estaba cruzando la avenida y sentí que la gente empezó a correr, yo volteo para ver qué pasaba y siento un golpe en el rostro, era la bomba lacrimógena. Seguí caminando unos segundos y sentí que me iba a caer, en ese momento me agarró un compañero, me toqué el ojo y había sangre. Mi amigo me subió a su carro y me trajo al hospital.” recordó Caso.
Caso fue ingresado al área de emergencia del hospital Edmundo Escomel de EsSalud, ubicado en el distrito de Paucarpata, lo atendieron de inmediato. Las heridas externas fueron limpiadas y le dieron varias puntadas en el parpado derecho, pero la lesiones internas del ojo derecho preocupan a los médicos por lo que permanecerá internado varios días y podría requerír de cirugía especializada.
Su participación en la huelga desde hace una semana, se debe a que él trabajaba en la obra de los cuatro carriles de la vía a Yura que se encuentra paralizada y cuya contratista despidió a decenas de obreros.
El obrero además del dolor de la lesión, se siente preocupado porque no podrá trabajar por varias semanas y es el único sustento de su familia, ya que su esposa, Celina Fernández Fernández, tiene siete meses embarazo.
“Estoy preocupado, con un ojo nadie me va a contratar. Para entrar a trabajar a cualquier empresa pasas examen médico. Ahora con lo que me ha pasado no tengo trabajo y no podré trabajar un tiempo. Mi esposa también llora por la situación en la que estamos”, explicó.
Pese al drama que vive no guarda rencor al policía que le disparó la bomba lacrimógena, solo les pide tener mayor criterio al intervenir en protestas.
“Que tiren bombas, pero que no lo hagan al cuerpo. A varios compañeros les cayó en la espalda, pierna y brazos”, dijo.
No tiene un pedido en especial para las autoridades, solo espera curarse lo más pronto posible para trabajar por la hija que nacerá pronto y por su esposa.
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