En tanto el obispo de Chiclayo, Robert Presvot, condenó el hecho y pidió a feligresía dar información para hallar a los delincuentes.
Muy acongojado se mostró el reverendo padre José Gustavo Díaz Cabrejos, quien llegó con la delegación ecuatoriana que trasladó a la Virgen del Cisne, desde Loja a Motupe (región Lambayeque), tras el robo de los mantos y vestimentas de la imagen santa.
“Son como 8 vestidos, también dinero y otros objetos de valor, los que se han llevado; aún no sabemos cuánto es el monto equivalente, pero hay un valor más grande que es el sentimental”, señaló el religioso.
Manifestó que es la primera vez que les sucede esto, pese a que han recorrido diferentes países en peregrinación con la imagen de la Virgen; sin embargo, dijo que entiende que durante estas fiestas muchas personas de mal vivir aprovechan la cantidad de feligreses para cometer sus fechorías.
“Así como llegan devotos, también llega gente mala y hace daño. Nosotros llegamos invitados por la Hermandad de la Cruz de Motupe, para celebrar esta importante fiesta y ahora nos vamos con este gran dolor”, señaló el sacerdote.
Por su parte, el obispo de la diócesis de Chiclayo, Robert Presvot Martínez, condenó el hecho sacrílego y lo calificó de una ofensa al país vecino.
“Es una ofensa a Ecuador y un hecho que no tiene disculpa alguna, robar las pertenencias de la virgen, no tinen nombre y es una falta total de valores y amor a Dios. Hago un llamado a la población a dar alguna información para dar con los delincuentes”, enfatizó.
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