Todo trabajo es digno y toda jubilación también debe de serlo. Debe ser digna la jubilación de la señora que hace la limpieza pública del parque todas las mañanas, del sereno que vigila nuestro vecindario, de la enfermera que se enfrenta al Coronavirus cada día, del policía que vela por la seguridad ciudadana o del emprendedor que no se rinde ante la adversidad; y para hacerlo posible, sobre todo en el contexto en el que hoy se encuentra el Perú a propósito de la crisis sanitaria y económica, lo primero es desterrar el populismo y pensar responsablemente en la reforma del sistema de pensiones, porque cada trabajador debe tener derecho a una rentabilidad acumulada en el tiempo.
El hecho de que 8 de cada 10 peruanos se desenvuelva en la informalidad laboral, por fuera del sistema público y privado de pensiones, no significa que esta reforma deba seguir siendo postergada. Nuestro plan de rescate del sistema de pensiones considera reformas integrales, tanto del sistema tributario y financiero, así como de los programas sociales; para lo cual articularemos esfuerzos con diversos sectores y actores, estructurando políticas que permitan construir formalidad e incorporar a esos millones de peruanos que hoy en día no tienen acceso a una pensión, incluyendo a los emprendedores.
Ampliaremos la base de contribuyentes, de manera progresiva, hasta hacerla universal. Implementaremos diversos mecanismos que aseguren la obtención de una pensión y que fomenten una actividad económica formal. Volveremos a poner en el debate nuestra propuesta de pensión por consumo, para que un porcentaje del IGV, que todos pagamos, sea destinado desde temprana edad a un fondo individual para nuestra jubilación.
Garantizaremos el derecho al ahorro privado con fines de jubilación, y al mismo tiempo, el derecho de nuestros ancianos de escasos recursos a la asistencia humanitaria por parte del gobierno. Pondremos especial atención en el programa Pensión 65 para ampliarlo y focalizarlo de forma debida. Con mano dura recuperaremos la economía del país a través de la iniciativa privada responsable, teniendo muy en cuenta que gran parte de los ingresos del Estado se generan principalmente con el trabajo de los micro, pequeños y medianos empresarios.
En cuanto al sistema público de pensiones a cargo de la ONP, nuestro Plan Rescate le asegura al aportante que su dinero no se esfumará. Impulsaremos una modificación de la ley para que aquellos que no lleguen a los 20 años de aportes también puedan tener acceso a una pensión proporcional y en función a sus años de aporte. Mejoraremos la cobertura del FONAHPU. No permitiremos discriminación en las pensiones de nuestras FFAA ni PNP como ocurrió con el DL 1133.
Es imperdonable jugar con las esperanzas de nuestros ciudadanos, golpeados y dolidos por una pandemia que sigue matando cada día. No podemos actuar con los ojos cerrados frente a la Constitución, como se pretendió hacer con la devolución de aportes de la ONP. ¡No más populismo! Nuestra propuesta es tener sistemas competitivos y complementarios, sea desde la ONP o las AFP; con el compromiso de no intervencionismo con el dinero, fruto del ahorro de cada peruano.
Vamos al rescate del sistema de pensiones con un firme propósito: ¡Qué tu trabajo de hoy te asegure bienestar en el futuro, con una pensión digna!
Comparte esta noticia