Dana Beretta Quicio desempeñó su función como presidenta de la mesa de un local de votación en Chimbote, Áncash. Su esposo contó que atravesaron una serie de dificultades propios de su condición de padres.
Tener una hija de dos meses de nacida en brazos no fue un impedimento para que Dana Beretta Quicio (21) cumpliera con su deber como presidenta de la mesa en el Colegio Politécnico Nacional del Santa, en Chimbote, en la región de Áncash.
Si bien ejerció su labor con patriotismo, esta no estuvo exenta de inconvenientes propios de su condición. "He tenido que abandonar mi mesa para atender a mi pequeña porque no puedo dejarla llorar, apenas tiene dos meses”, contó Dana Beretta mientras daba de lactar a su hija. “De todas maneras tengo que cumplir", añadió.
En tanto, su esposo Mervín Pacheco Chapoñán contó a RPP Noticias que la joven se enteró que era miembro de mesa cuando su bebé contaba con apenas quince días de nacida. Según dijo, Dana Beretta intentó hablar con las autoridades para que la exoneren de esta labor, pero le negaron el permiso y le explicaron que ella podría estar ausente solo si un suplente cumplía la función en su lugar.
Dificultades
Cuando acudieron a su local de votación por la mañana este domingo, personal de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) les dijo que no podían obligar a quedarse a los suplentes, por lo que ella debía permanecer en el local y ejercer su deber cívico.
“Mi esposa tiene que estar ahí dándole de lactar a mi hija dentro del salón. No pueden exponer a mi hija así”, contó visiblemente incómodo Mervín Pacheco Chapoñán.
“A pesar de todo no me voy a olvidar de estas elecciones, porque no solo participo yo como miembro de mesa, sino también mi hija”, sostuvo la joven madre.
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