Después de ubicarse en el segundo lugar en las dos últimas elecciones, la lideresa de Fuerza Popular se prepara para su tercer intento.
“Tengo el gran honor de anunciar la incorporación de un gran profesor a la escuela Naranja: Alberto Fujimori”. Como era de esperarse, el anuncio de Keiko Fujimori a mediados de octubre en sus redes sociales dividió aguas. Pero más allá de simpatías y antipatías, lo cierto es que acudía al respaldo de su padre, exmandatario, de cara a las Elecciones 2021. Aunque se tratara de videos grabados entre el 2003 y 2004, puestos a disposición por su centro de formación virtual, era una manera simbólica de incluirlo en su campaña.
Keiko Fujimori, quien fuera la primera dama del Perú desde 1994 hasta el 2000, la más joven del continente americano pues asumió el cargo a los 19 años, es, a sus 45 años, una política que ha estado muy cerca de convertirse en la primera presidenta mujer del Perú. En los comicios electorales de 2011 y de 2016 llegó hasta segunda vuelta, perdiendo por estrecho margen, primero con Ollanta Humala y luego con Pedro Pablo Kuczynski. Años atrás se desempeñó como congresista de la República por Lima Metropolitana entre el 2006 y 2011.
Durante el mandato de Pedro Pablo Kuczynski, si bien Keiko Fujimori no pudo colocarse la banda presidencial, su partido contó con una amplia mayoría en el Congreso. Sin embargo, su bancada terminó encogiéndose, por rupturas internas y diversas desavenencias. En ese lapso, Fuerza Popular fue tildada por varios analistas políticos de tener actitudes obstruccionistas en el Parlamento por evitar que se concreten iniciativas del Poder Ejecutivo.
En mayo de 2020 Keiko Fujimori salió en libertad, tras cumplir tres de quince meses de prisión preventiva debido a las investigaciones que pesan sobre ella por lavado de activos durante sus campañas electorales de 2011 y 2016, donde se le acusa de haber recibido un millón de dólares de la empresa brasileña Odebrecht. Una libertad bajo la figura de ‘comparecencia restrictiva’, a través de la cual debe cumplir ciertas normas, como permanecer en su ciudad de domicilio. Desde entonces, Keiko Fujimori ha recobrado su participación activa en la política peruana.
“Tal vez ha entendido que no puede aspirar al crecimiento que tuvo antes y ha optado por tener una actitud más conservadora, buscando convertirse en una derecha menos agresiva que busca proteger el mercado. Es una estrategia costosa en términos de popularidad. Ella antes llegaba a muchos sectores populares”, sostiene al respecto el analista Eduardo Dargent.
Keiko Fujimori estudió administración de empresas en la Universidad de Boston, donde obtuvo el grado de bachiller en 1997. Cursó algunos semestres de la misma carrera en la Universidad Estatal de Nueva York (SUNY), pero no concluyó. Cuenta con un máster en administración de empresas en la Universidad de Columbia y un diplomado en Parlamento, Democracia y Gobernabilidad en la Universidad George Washington.
Al fujimorismo se le opone una fuerza igual de arraigada, consideran los especialistas. Lo llaman 'antifujimorismo' y sostienen que le ha costado a la lideresa de Fuerza Popular quedarse en el segundo lugar en las elecciones pasadas. Es quizás en lo que debe trabajar Keiko Fujimori si quiere ser presidenta en su tercer intento.
Keiko Fujimori postula acompañada del excongresista Luis Galarreta y de Patricia Juárez, ex teniente alcaldesa de Lima.
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