El conteo oficial de la ONPE ha llegado al 99.9 por ciento de las actas procesadas y ya podemos conocer quiénes son los congresistas más votados en las Elecciones 2021. Las cifras, sin embargo, están muy por debajo de procesos electorales anteriores. ¿El Congreso será capaz de recuperar la credibilidad en los próximos cinco años? Especialistas opinan al respecto.
El conteo oficial de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) ha llegado al 99.9% de actas procesadas y ya están definidos los tres congresistas más votados en las Elecciones 2021. Ellos son: Jorge Montoya, de Renovación Popular; José Luna Gálvez, de Podemos Perú; y Susel Paredes, del Partido Morado. Ninguno de ellos pertenece a alguno de los dos partidos que pasaron a la segunda vuelta presidencial y todos fueron elegidos por Lima Metropolitana.
El total de los votos de estos parlamentarios no llega ni el cinco por ciento de los votos válidos al Congreso en la capital. Para el experto en temas electorales, José Manuel Villalobos, que un congresista tenga baja votación no significa que su elección no sea legítima.
"No existe una votación mínima para ser congresista. En realidad, al haber 27 distritos electorales, cada uno con un padrón electoral más grande que el otro, hace que no todos los congresistas tengan una votación homogénea. Por lo tanto, el hecho de que los congresistas no tengan una alta votación no significa que no tengan legitimidad", apunta Villalobos.
El respaldo ciudadano que recibe una candidatura al Congreso también tiene que ver con el nivel de gasto que se involucra en esa campaña electoral. Es decir, una mayor inversión permitirá una mayor promoción y, en consecuencia, una mejor votación.
“A veces el piso no es igual para todos. Me refiero a que hay candidatos y candidatas que tienen mayores recursos y por lo tanto pueden llegar de una forma mucho más rápida al electorado. En ese sentido, se puede decir que no se juega en una cancha en las mismas condiciones”, explica la coordinadora del Consejo Directivo de Transparencia, Cynthia Cienfuegos.
La crisis de representatividad
Con un poco más de 124 mil votos, el congresista electo por Renovación Popular, Jorge Montoya, fue el más votado el pasado 11 de abril. Ello, luego de que el Congreso aprobara la inhabilitación del expresidente y excandidato congresal, Martín Vizcarra, para ejercer cargos públicos durante diez años por el caso ‘Vacunagate’.
Sin embargo, el respaldo electoral a Jorge Montoya en estos comicios solo representó la quinta parte de los votos que recibió el actual legislador Daniel Urresti (Podemos), quien fue el más votado en las elecciones extraordinarias para el Congreso 2020. Asimismo, los parlamentarios electos José Luna Gálvez y Susel Paredes obtuvieron 81 mil y 70 votos, respectivamente.
Cynthia Cienfuegos, de Transparencia, señala al respecto que uno de los principales desafíos del nuevo Congreso es justamente enfrentarse a esta crisis de representatividad y desconfianza ciudadana.
"Debido a todas las confrontaciones en los últimos años hay una percepción muy negativa de la figura del Congreso de la República como institución. Un gran sector de la población lo percibe como un espacio para atender intereses particulares. Entonces, una de las cosas principales que debería hacerse es trabajar, dialogar y articular entre las diferentes bancadas para poder recuperar esa credibilidad y confianza en la ciudadanía", agrega Cienfuegos.
En el marco de la propia labor legislativa y la recuperación de la confianza, la politóloga Paula Távara considera que el nuevo Congreso deberá tener “una activa labor” de fiscalización responsable del Poder Ejecutivo y al mismo tiempo “una actitud dialogante” que facilite la gestión de los temas trascendentales para el país, como es la pandemia.
La primera Mesa Directiva
De acuerdo a los artículos 7, 8 y 9 del Reglamento del Congreso, en la primera legislatura de un nuevo régimen, la Mesa Directiva de la Junta Preparatoria será la encargada de tomar juramento a los nuevos 130 parlamentarios y de convocar la elección de los nuevos presidente y vicepresidentes del Parlamento.
Esta Mesa Directiva de la Junta Preparatoria estará presidida por el legislador con mayor votación preferencial del partido político que ganó las elecciones congresales -es decir, el más votado de Perú Libre-, seguido por los parlamentarios de mayor y menor edad, quienes actuarán como primer y segundo secretario, respectivamente.
Al respecto, la politóloga Paula Távara argumenta la importancia de tener una primera Mesa Directiva que genere consensos políticos para la gobernabilidad. “Lo que se esperaría normalmente es que la primera Mesa directiva estuviese conformada o presidida por el partido de gobierno en la medida que esto permite generar mayores sinergias con el Ejecutivo, pero según los últimos sondeos esto no sería así".
“La Mesa Directiva dirige el debate parlamentario por lo que esperamos que quienes la conformen sin importar su color político sepan mantener una actitud de diálogo y neutralidad”, comenta, Távara.
El nuevo Congreso tiene un gran reto: recuperar la confianza ciudadana. Una población que no merece más crisis políticas y que, por el contrario, requiere soluciones reales para superar la crisis económica y sanitaria.
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