Una educación para triunfar, por Pedro Angulo

La educación pública en el Perú ha sido la cenicienta de todos los últimos gobiernos y ya es hora de cumplir con otorgarle el porcentaje de presupuesto que se le debe dar.

En lo personal, mi gratitud por la buena educación pública que recibí en el Colegio de Nuestra Señora de Guadalupe y en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, me compromete a lograr su nueva valía.

Tenemos que robustecer el servicio educativo y, por obvios motivos, cumplir con elevar el sueldo de los profesores y pagarles las deudas que, a muchos de ellos, se les tiene.

Mejoras en colegios y currículos

Tenemos que mejorar la infraestructura de los colegios que, a veces, carecen de las mínimas condiciones, tal como en muchas zonas de la sierra y de la selva peruanas.

Llevaremos un buen servicio de internet a nivel nacional, para reforzar el trabajo que se deba hacer a distancia, en estos tiempos de covid, evitando la deserción escolar por esta discriminante deficiencia.

Se deberá obsequiar en zonas deprimidas estos recursos a los niños que lo requieran para mejorar sus oportunidades de crecimiento y realización personal.

Tienen que retornar los cursos de educación cívica, historia, filosofía y desde la niñez ofrecer una educación proclive al rechazo de la corrupción.

Se tiene que reforzar Qali Warma y hacer auditorías allí donde hubo problemas en la salud de los niños; y reforzar a las APAFAS para que puedan hacer control de este servicio.  

Deberá obligatoriamente apoyarse a los niños de zonas deprimidas con las galletas para combatir la anemia, nutri H, celebrando un convenio con la Universidad San Cristóbal de Huamanga.

Debe contarse en los colegios con la presencia y el trabajo de profesionales de la psicología; retornar la Orientación básica del educando y hacer campañas en contra de los pederastas.  

Debe retornar la educación básica laboral, adecuada a las regiones del país, para generar oportunidades laborales tempranas.

La educación sexual debe impartirse tempranamente, de modo adecuado a la edad de los educandos, para servir a sus desarrollos como personas.

Educación superior

Tenemos que reforzar la reforma universitaria, mejorando la Ley Universitaria y también la norma y el funcionamiento de la SUNEDU. Se tiene que contar con personal capaz y comprometido con los cambios.

La universidad debe ser competitiva y se debe incentivar dentro de aquella, la investigación y la dedicación exclusiva de los profesores a lo académico.

Se organizará y asesorará a los padres y jóvenes estafados para que recuperen su dinero a partir de la liquidación de los centros que funcionaron con el cuento de los estudios universitarios. 

Tenemos que generar respaldo y confianza en favor de la educación técnica y reforzar a las instituciones como SENATI y facilitar la creación y la oferta de entidades parecidas.

Crear el carnet de medio pasaje en favor de los estudiantes de estudios técnicos para que puedan disfrutar del descuento, pues sus situaciones económicas lo justifican absolutamente.

Igualmente, se debe reforzar la capacitación que se ofrecerá a los jóvenes que harán su servicio militar de modo que puedan terminar su servicio, contando con alguna capacitación educativa superior al final.

Los cambios educativos requieren una burocracia capaz, renovada y dirigida al cambio, que es algo que no existe al momento. Por ende, se necesita una reingeniería en el Ministerio de Educación.

El control en materia educativa será fundamental y lo debemos fortalecer para bien de la mejora de la oferta educativa.

Debemos evitar los abusos de colegios privados que inventan cobros, especialmente en los momentos de las matrículas, solo por afanes de enriquecimiento sin mayor justificación.