El sector automotriz podría remecerse con la apuesta de Apple por ingresar con un vehículo autónomo similar a la propuesta de Tesla, pero apuntando a una colaboración con marcas surcoreanas como Hyundai y Kia.
Con la masificación del formato eléctrico en mercados internacionales, y el crecimiento de redes 5G para un mejor aprovechamiento de las herramientas de pilotaje autónomo, no iba a pasar mucho tiempo para que otros “jugadores” de la industria tecnológica comiencen a remecer el sector con iniciativas. Alphabet ya cuenta con Waymo, Walmart trabaja con varias empresas para el servicio de entregas, Tesla continúa generando un catálogo amplio y ahora Apple quiere su cuota de participación con el voceado “Apple Car”. Tal parece que la manzana va en serio, y ya se conocen los primeros pasos en concretar este proyecto.
Un reporte de Bloomberg menciona que Apple podría tardar hasta cinco años para poder ofrecer de manera comercial su nuevo Apple Car. Es evidente que no solo se trata de la confección y las pruebas, sino de las diferentes certificaciones y licencias que una empresa requiere para las patentes, la construcción en masa, los insumos, los acuerdos internacionales de mercado, los permisos que empresas internacionales tengan en otros países, el perfeccionamiento de un producto antes de llegar al usuario final y consolidar el respaldo ante problemas.
Sin embargo, en las últimas horas, un representante de Hyundai Motors declaró a CNBC que Apple ha iniciado un proceso de conversaciones con la marca surcoreana para poder trabajar en conjunto el desarrollo de este proyecto. “Entendemos que Apple está en conversaciones con una variedad de fabricantes de automóviles globales, incluido Hyundai Motor. Como la discusión está en su etapa inicial, no se ha decidido nada”, se destaca de la declaración emitida por el entrevistado.
Esta noticia ha impactado positivamente en las acciones de Hyundai, con un crecimiento de hasta 19% en empresas afiliadas a la firma tras conocerse estos detalles. De acuerdo con CNBC el acuerdo entre ambas firmas incluye la producción de este vehículo, conocido en Cupertino como “Proyecto Titán” y concebido desde 2014, además de la batería.
Analistas de Wall Street señalan que esta nueva jugada de Apple podría generar dos condiciones: un mercado nuevo de exploración para Apple que le da un poco de margen de maniobra en esta década, pero una inversión altísima que le daría poco margen de ganancia.
Si bien el interés de Apple por el sector automotriz ha generado mucho interés, hace unas semanas se conocieron detalles sobre una fallida intención de venta de Tesla a la fabricante del iPhone, a través del mismo Elon Musk. El CEO de la marca de vehículos autónomos señaló en esa ocasión que intentó reunirse “con Tim Cook para ver la posibilidad de que Apple adquiera Tesla a una décima parte de su valor actual”. El director ejecutivo de Apple declinó responder la oferta.
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