NIUSGEEK tiene a prueba al Xiaomi Mi 10T Pro, el equipo de gama alta que integra Snapdragon 865, una pantalla de 144hz y batería de 33W.
En el último par de años, la gama premium se ha redefinido. Ya no hablamos de un segmento en donde el rendimiento justifique el precio de un dispositivo, sino que ahora hay diversos niveles que se establecen entre las especificaciones, el estilo, la innovación y el costo. Los teléfonos plegables se han vuelto el nuevo norte para la industria, pero los teléfonos convencionales siguen teniendo demanda. Xiaomi entiende esa demanda, pero arrastra para abajo a la gama alta en función de un precio, aunque sea con sacrificios que podrían, por muy poco, dejarla fuera de esa categoría. NIUSGEEK tiene a prueba al Xiaomi Mi 10T Pro, uno de los teléfonos que logra ser gama alta sin tener todo lo que se requiere.
Estas son las especificaciones del equipo:
Un monolito de vidro con ojos
Frente a equipos como el POCO F2 Pro, por ejemplo, este Mi 10T Pro tiene menos elementos llamativos, salvo la cámara. El diseño es muy sobrio y hasta “común” si lo vemos por delante. No deja de ser bonito, pero no siento que destaque en el frente.
En el marco Xiaomi integra todo: a la derecha el sensor de huellas combinado con botón de bloqueo bajo los controles de volumen, mientras que arriba nos quedamos con el emisor IR y un micrófono. Abajo, se agrupa uno de los parlantes – sí, es un equipo estéreo -, el puerto USB-C y la bandeja para 2 SIM – no tenemos lector microSD -.
Detrás, el módulo de cámaras se luce. Pese a tener 3 – no tiene cinco, son 3, el flash y un círculo gris que no hace nada -, el rectángulo sobresale. Eso sí, compra un paño para limpiarlo cada 6 segundos, y consigue otro protector para remplazar el tosco acabado del que viene en la caja. El del POCO F2 Pro es mucho más decente.
Un panel que no me encanta
Cuando apuntamos a la gama alta, pensamos en un elemento distintivo en pantalla. Aquí, el elemento distintivo es la altísima tasa de refresco. 144Hz añade la suavidad extrema a todo tipo de acción en el panel, y se agradece. Esto, como ya hemos visto en otros equipos, tiene un impacto directo en la autonomía. Eso lo veremos más adelante.
A diferencia de otras marcas que han apostado por una alta tasa de refresco en la pantalla, Xiaomi pone un necesario punto medio: 90Hz. Si 60 te parece poco, pero sientes que 144 consume demasiado rápido la energía del Mi 10T Pro, tenemos un cable a tierra en el medio. A 90Hz no he tenido sobresaltos.
El problema del panel es que es IPS, y eso le resta puntos en la gama alta, una que hoy pone al AMOLED como requisito. Entiendo que hay concesiones por hacer, pero si se nota que la calidad de imagen no es la mejor en el sector. Incluso la mica protectora se siente áspera al tacto, y decidí quitarla tras dos días de uso.
Otro punto que noté en el uso constante es la presencia de toques “fantasma” al escribir mensajes. Raro para un panel que no es curvo, aunque debo confesar que no fueron tantos –ocurrieron todos mientras escribía textos – y en juegos no he tenido problemas de reconocimiento de toques.
Para la experiencia multimedia va bien, pero no es la mejor. Esos detalles son los que debes considerar en esta fórmula conocida de Xiaomi: “calidad/precio”. Este es un elemento que responde a ese algoritmo.
MIUI 12 añade trucos
Este equipo viene con Android 10 de caja, pero añade mejoras con la versión 12.0.10 de MIUI 12, su capa de personalización. Entre las mejoras, tenemos un nuevo gesto que permite identificar qué pestaña queremos bajar con un swipe: las notificaciones – arrastra el pulgar hacia abajo desde el lado izquierdo de la pantalla - o el centro de control – desde el lado derecho -, algo que me encantaría tener en el F2 Pro.
Lo que recién he descubierto, y es una vergüenza admitirlo, es que podemos configurar el comportamiento del doble toque al botón de bloqueo y que podemos añadir la linterna. Parece una tontería, pero es muy útil tener un toque dedicado a la linterna.
En esta versión, Xiaomi añade un “limpiador de altavoces”, un emisor de frecuencias de treinta segundos para expulsar el polvo o partículas que bloquean la libre salida del audio.
Por si no lo sabías, puedes cambiar el nombre del operador y el número de teléfono que aparece registrado, un detalle que nos permitirá “esconder” esos datos.
En el apartado de video, encontraremos que Xiaomi añade una herramienta para abrir apps mientras vemos Disney+, Netflix o cualquier otra plataforma, además de aplicar filtros a la reproducción, modificar los colores, darle claridad al audio, capturar pantalla y otras tareas.
El parche de seguridad se mantiene en setiembre de 2020, algo que aun se mantiene dentro de lo que consideramos “seguro”. MIUI sigue añadiendo elementos interesantes en beneficio del usuario, pese a que tiene el “modo oscuro” más agresivo del mercado.
Atrás bien… adelante no
Cuando recibí el equipo, me sentí muy entusiasmado por probar ese lente de 108MP, una experiencia que tuvimos ya con el Mi Note 10 de Xiaomi. Ese número grande hizo que no me fijara en los detalles, pero tras la prueba puedo resumirlos.
Debo confesar que me sentí estafado cuando vi el arreglo trasero de cinco círculos y me di cuenta de que solo hay tres cámaras. El cuarto es el flash LED y el quinto es lo más parecido a la nada. Entiendo la necesidad de la simetría en la construcción, pero realmente me decepcionó.
Lo que no me decepcionó fue ese trio de lentes. Bien en conjunto, bien en la exigencia, bien en el color. No tan bien en el zoom a 30X, pero lo demás mantuvo el rendimiento que esperaba. Incluso las fotos con macro andan bien, y las de 108 MP pueden obtener mucho detalle.
De noche, notamos un efecto más sobrio en el algoritmo que usa el equipo para implementar el "Modo Nocturno", y se agradece el no forzar la escena. Por momentos, se pierde un poco de detalle, pero no es tan grave.
En la cámara delantera hay un problema de software con el que he convivido desde el Poco F2 Pro, pasando por el Poco X3 y hasta con el Redmi Note 9 Pro: el ajuste automático para la sobre exposición del rostro. Terrible cómo Xiaomi aun no ajusta la luz correcta en la cámara selfie, y me obliga a tomar fotos rápido para que el software no le añada ese boost insano a cada toma y desajusta el contraste para mal. Su modo retrato sigue siendo muy bueno, debo añadir.
Titán bajo control
No puedo tener quejas de rendimiento en un equipo que lleva Snapdragon 865, que optimiza muy bien el software para esos 144Hz de refresco y que le pone 8GB a la RAM. Nada que objetar en rendimiento para juegos, multitarea o lo que sea.
Respecto a la conectividad, he mantenido 4.5G sin problemas en calle y estabilidad al WiFi 5 que tengo en casa. Sin embargo, y a diferencia del Poco F2 Pro, he sentido que el Bluetooth no era tan estable para los audífonos que uso – Bose QC35II y los Buds Live -. El trabajo del GPS no tiene observación alguna, y la capacidad para compartir archivos con Mi Share o Nearby ha trabajado de manera impecable.
El entretenimiento está garantizado con el sistema doble de altavoces y el tamaño de la pantalla. Reitero mi ligera decepción por el IPS, pero han sabido compensar la ausencia del AMOLED con las herramientas para mejorar el color, la compatibilidad con HDR10+ y los casi 650 nits de brillo que el panel logra.
El sensor de huellas va bien, y el reconocimiento facial trabaja sin problemas. Todo lo que le lances a este Mi 10T Pro será enfrentado sin sudar, ni calentar. Es una máquina eficiente y que no se complica en gestiones pesadas. Para juegos, el rendimiento gráfico es el esperado en una Adreno 650, y el paso entre apps es suave.
La carga que merecemos
Da gusto ver la confianza con la que Xiaomi añade su eficiente sistema de carga rápida a todas las gamas. La confianza de tener un cargador de 33W que nos deja con el smartphone lleno de energía en poquito más de una hora es un tremendo alivio.
Sin embargo, el comportamiento de esta batería es lo que debemos observar. La pantalla de 144Hz impacta directamente en la autonomía, y por eso la mejor opción es mantener en 90Hz el panel, si lo que buscas es una larga vida con animaciones más fluidas.
Con 2 horas de pantalla encendida en 90Hz, la batería cayó de 100 a 87%, mientras que con el panel a 144Hz el consumo iba hasta 65%. Menos mal que tenemos 90Hz, un punto medio a considerar en este salto.
Lamentablemente, Xiaomi sigue sin darnos carga inalámbrica y carga reversible. Frente a productos de la misma categoría, hay varias ausencias que la marca china debe replantear.
¿Vale la pena?
Pregunta difícil si queremos mirar sin pasiones al Mi 10T Pro y su lugar en la categoría. Ausencias como un panel AMOLED, la expansión por microSD, carga inalámbrica o la resistencia al agua pueden provocar que algunos se tiren para atrás. Para los que no estén interesados en esos detalles, podría ser un equipo con múltiples soluciones. No digo que no vayas por él, solo digo que es un equipo que ha requerido el mínimo disponible para entrar a la categoría.
Como he mencionado en otras ocasiones, el mercado premium se va reduciendo en Perú a tres marcas, dos de ellas en Android: mas allá de Apple, Samsung y Xiaomi son las únicas que – con Android by Google – proponen esta valla alta. Tener especificaciones premium podría, en algunos casos, no garantizar que un equipo sea premium. Aquí Xiaomi ha hecho check en varios puntos de la lista, pero no en todos. Será motivo para saber si siempre tendrá esa valla en su segmento más caro o si crecerá junto con tus demandas.
* Equipo cedido a préstamo por Xiaomi Perú desde el 20 de noviembre hasta la publicación de la reseña
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