El 17 de octubre conoceremos la historia de Arne Cheyenne Johnson, quien fue llevado a juicio por "posesión demoniaca".
Arne Cheyenne Johnson se volvió conocido en la década de los 80 después de haber cometido un asesinato. Sin embargo, su juicio estuvo en la boca de todo el mundo debido a que, por primera vez, su defensa alegó que “el diablo lo obligó a hacerlo”.
Si bien sirvió de inspiración para la tercera parte de El Conjuro bajo el título de El diablo me obligó a hacerlo, este documental de Netflix comienza con la investigación unos meses antes del delito.
En 1981, Arne era un joven enamorado de Debbie Glatzel, quien tenía un hermano de 11 años llamado David. Él estaba poseído y, tras varios intentos de ‘curarlo’, la familia recurrió a Ed y Lorraine Warren para practicarle un exorcismo que salvaría su vida.
Fue Cheyenne Johnson uno de los hombres que sujetó al niño durante el ritual, pues se describe que tenía una fuerza incontrolable. “Creímos que [al finalizar] tendríamos un nuevo comienzo, pero no resultó así”, se escucha en el tráiler.
Sin embargo, el demonio habitó el cuerpo de Arne y lo llevó a asesinar a Alan Bono, el jefe de su pareja, según la vidente. De acuerdo con los testigos, Bono abusó sexualmente de la prima de nueve años de Debbie, fue en ese entonces que él lo atacó y emitió gruñidos al momento de atacarlo.
No obstante, al ser detenido afirmó que no se acordaba nada de lo sucedido por lo que fue enjuiciado de 10 a 20 años, pero después de cinco años, fue liberado en enero de 1986 por su buen comportamiento.
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El Conjuro 3 está basado en un juicio real
El Conjuro regresó en su tercera entrega (2021) y llevó el terror a los cines con una historia que se basa en el juicio de Arne Johnson, un famoso caso de 1981 en el que la defensa utilizó como argumento la "posesión demoníaca".
El juicio, por un asesinato en una pequeña localidad de Connecticut, atrajo la atención de medios de comunicación internacionales y despertó el interés por teorías conspiratorias, que ya venían alimentadas por películas antiguas como El Exorcista (1973) y Rosemary's Baby (1968).
El Conjuro: el diablo me hizo hacerlo recupera esa época para narrar una trama de terror sobrenatural en la que Patrick Wilson y Vera Farmiga vuelven a sus papeles como los investigadores Ed y Lorraine Warren (un matrimonio que existió en la vida real).
"Es la primera película de la saga que se basa de verdad en un crimen", destacó Chaves. La franquicia de terror decidió contar con el director de La maldición de La Llorona (2019) para dar continuidad a una saga que ha recaudado más de 600 millones de dólares con sus dos primeras entregas y que ha dado lugar a proyectos derivados como las tres cintas de Annabelle y La monja.
Además, esta cinta fue uno de los primeros proyectos de terror que se estrenó en cines desde el comienzo de la pandemia, un género que cuenta con un público fiel en las salas.
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