En el Perú existe un déficit de, al menos, 99 mil viviendas formales, de acuerdo a cifras del Grupo de Análisis para el Desarrollo (GRADE). Las “viviendas progresivas” aparecen como una estrategia para mejorar esta informalidad. Conoce más en esta nota.
Con el paso de los años el concepto de las viviendas ha ido cambiando no solo en el Perú sino alrededor del mundo. Esto nos ha llevado a hablar de las “viviendas progresivas” y la necesidad de aplicarlas como estrategia dentro de la planificación de las ciudades. Este tipo de viviendas son aquellas que se readaptan a lo largo del tiempo de acuerdo a lo que necesitan sus residentes.
Para entenderlo mejor, este artículo de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona en España lo explica: “Carece de sentido que una familia con hijos viva de la misma manera cuando los niños todavía viven en casa a cuando se han independizado y solo quedan los padres. Debido a la poca flexibilidad de las viviendas actuales las familias se ven obligadas, en la mayoría de los casos, a mudarse para que la vivienda se adapte a su situación”.
Para que esta movilidad ocurra lo menos posible es que se plantea el concepto de “vivienda progresiva”: un lugar que se va construyendo, ampliando o reduciendo dependiendo de la manera de vivir y de las necesidades de quien la habita, postula el artículo.
¿Se pueden tener viviendas progresivas formales en el Perú?
El concepto de vivienda progresiva puede sonar familiar, si pensamos en las familias peruanas que amplían sus viviendas o construyen más pisos y ambientes en las mismas. La diferencia está en que, en la mayoría de los casos, lo hacen de manera informal.
Cada año, en el Perú se forman 142 mil nuevos hogares y, de este total, al menos 99 mil son viviendas informales, según datos del Grupo de Análisis para el Desarrollo (GRADE). Este problema tiene múltiples factores, uno de ellos es la expansión urbana que en este siglo ha sido informal a través de lotizaciones e, incluso, ocupaciones ilegales.
Rosario Reaño Vidal, jefa de proyectos de ONG Hábitat para la Humanidad Internacional, explicó en el seminario “Sostenibilidad y vivienda progresiva” organizado por esta institución y por la Cátedra Unesco en Ciudad, Paisaje y Patrimonio, de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Lima, que la construcción progresiva informal es la principal estrategia de edificación de los sectores socioeconómicos más desfavorecidos.
En esa línea, también sostuvo que el Estado ha logrado avances importantes para reducir el déficit de viviendas a nivel cuantitativo y cualitativo, pero aún existen oportunidades en la mejora de la habitabilidad, es decir, asegurar unas condiciones mínimas de salud y confort en los hogares. Finalmente, enfatizó en que se necesita mejorar el crédito que se le otorga a los usuarios para que puedan realizar la ampliación o progreso de las viviendas de forma sostenible.
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