La reforma agraria como un recuerdo efímero

Por Daniela Ibáñez

La reforma agraria implementada por el General Juan Velasco Alvarado en junio de 1969 mediante el Decreto Ley 17716 marcó un hito histórico en nuestro país. Sin embargo, la mayoría de la población parece no estar al tanto de que alguna vez ocurrió semejante evento a pesar de tratarse de un eje de disputa entre distintos agentes políticos hasta el día de hoy. Es más, la mayoría de la población, 78% según la encuestadora CELAG (Marzo, 2021), cree que el Perú necesita una reforma agraria. Pero ¿qué piensa la gente cuando se habla de “reforma agraria”? Haremos un breve recorrido sobre las percepciones que tiene la ciudadanía sobre este suceso en nuestra historia y luego indagaremos con más profundidad sobre las consecuencias que tuvo la reforma agraria.

Juntos por el Perú, encabezados por Verónika Mendoza, hicieron de un lema de campaña la implementación de una segunda reforma agraria en el Perú, y el gobierno ha decidido recoger esta propuesta con la esperanza que, a través de un gesto mayormente simbólico, Pedro Castillo logre subir en popularidad. Este impacto puede generarse especialmente debido a la poca memoria que tiene la ciudadanía sobre las consecuencias negativas que tuvo esta sobre la economía nacional.

La memoria histórica sobre la reforma agraria es baja. Hemos recogido un estudio de opinión realizado por la empresa IEP en el 2019 para entender las dimensiones de desconocimiento de la población ante este evento. La encuesta encontró que 54% de la población no recuerda o desconoce la ocurrencia de una reforma agraria, con una minoría de encuestados conociendo o recordando dicho suceso. Los sectores más pobres del país (NSE D/E), los jóvenes de 18 a 24 años están entre los que menos recuerdan que la Reforma Agraria siquiera ocurrió. 61% del grupo etario de 40 años a más, 54% del NSE A y 56% de los interesados en la política conocen que se realizó la reforma.

En la Sierra se recuerda mucho más la reforma que en la Costa; 58% la recuerda en la Sierra, 46% en la Costa. Adicionalmente, sólo 28% de la población recuerda que la condujo Velasco Alvarado. Esto se puede deber a que el concepto de una ‘reforma agraria’ está asociado a eventos inmediatos y coyunturales, por ejemplo, el paro agrario del año pasado. Está más relacionado a una sensación de cambio, que a un recuerdo de la Reforma Agraria de Velasco.

La evaluación sobre la reforma agraria (entre el 47% que la recordaba) es dividida: 33% no expresa opinión, 31% la considera positiva, y 24% negativa. Por lo menos un tercio de la población la ve con buenos ojos, y otro tercio de la población no tiene suficiente conocimiento como para tomar una posición y puede estar abierta a mensajes políticos que alteren su indiferencia. De manera total, apenas un 12% de los peruanos considera negativa la Reforma Agraria de Velasco.

Los que tienen una imagen más positiva de la reforma están en los sectores socioeconómicos D/E - 46% de este sector la considera positiva - y fuera de Lima - 38% tiene una imagen positiva. Las razones detrás del apoyo son la entrega de tierra a campesinos y que estos lograron obtener más derechos. Por otro lado, aquellos que la consideran negativa se encuentran en los sectores socioeconómicos A/B - 39% la considera negativa - y en Lima - 30% tiene una imagen negativa. Las razones detrás de la evaluación negativa es el fracaso de la administración de las tierras de parte de los campesinos, y la mala gestión de Velasco sobre el proceso.

Recordando la situación económica durante la Reforma Agraria de Velasco, entre 1970 y 1985, la pobreza en el Perú subió 7 puntos porcentuales, de 35% a 42%; periodo en el que mayormente se ejecutó la reforma. La agricultura fue un sector especialmente golpeado, pues la productividad agrícola bajó 18% durante 1970-1980. Se pudo haber aprovechado la Revolución Verde que logró el crecimiento del sector agrícola del resto de América Latina en 17% durante este mismo periodo. El Perú, además, pasó a ser deficitario en la producción de alimentos, pues pasamos a importar más que exportar. Crucialmente, la reforma expropió grandes fundos y se les asignó a las cooperativas, llamadas CAS en la costa y SAIS en la sierra - que prontamente quebraron y la gran mayoría de ellas, especialmente en la sierra, dejaron de existir.

En conclusión, el gobierno lanza una propuesta de Segunda Reforma Agraria, en medio del gran desconocimiento de la población de que ocurrió una primera. Hay diferencias significativas en el nivel de conocimiento y apoyo hacia el primer proceso entre sectores socioeconómicos, por grupos etarios y en diferentes zonas del país. Este hecho, puede servir a funciones políticas que el gobierno Perulibrista quiere aprovechar.

Fuentes:

• https://gaceta.es/actualidad/la-reforma-agraria-propuesta-por-pedro-castillo-aviva-temores-de-expropiaciones-masivas-en-peru-20211005-0252/
• https://argumentos-historico.iep.org.pe/wp-content/uploads/2019/10/Chaparro-H.-2019-Memoria-y-reforma-agraria.pdf