Un reciente estudio de McKinsey muestra que, de enero a la fecha, la industria de la moda y lujo cayó casi en un 40%. En línea con ello, Marta Coca, directora de la 080 Barcelona Fashion, advirtió en una entrevista que el coronavirus replanteará un cambio en la moda, en la forma de producir, de consumir y también, en las pasarelas. De hecho, Armani fue uno de los primeros en cancelar el desfile presencial que tenía en Milán para transmitirlo por streaming. Asimismo, la semana de la moda en Tokio se realizó virtualmente apoyándose en la tecnología y haciendo uso de la realidad aumentada.
De esta manera, vemos cómo las marcas van encontrando grandes oportunidades en medio de esta difícil coyuntura, para conectar con diferentes públicos y sacar adelante la industria. Del mismo modo, están apoyándose en la creatividad y la innovación para explorar nuevas estrategias e implementar alternativas que les permitan reinventar sus procesos y recuperar el diseño inteligente, los tejidos de alta calidad y la mano de obra artesanal.
Esta coyuntura ha generado, además, que cada vez más marcas miren con mucho mayor interés y atención la moda circular, la cual es una gran alternativa para que una de las industrias más contaminantes del mundo resurja. Así pues, según un artículo publicado por la Asociación Peruana de Técnicos Textiles (Aptt Perú), es factible reciclar o reutilizar cerca del 90% de las prendas, calzado y accesorios de moda que actualmente se tiran; sin embargo, solo el 15% se recicla o dona.
No obstante, es importante tomar en cuenta que la moda circular es mucho más que solo el reciclaje; es redefinir y repensar cómo fabricamos y utilizamos los diversos materiales, mirar con mayor detenimiento cada etapa de nuestros procesos, aumentar la durabilidad de los productos y reducir lo más posible los desperdicios. En ese sentido, diversos especialistas coinciden en que este contexto es una gran oportunidad para repensar la industria y construir un nuevo modelo de valor y crecimiento.
En suma, sobre este nuevo escenario, es importante pensar en un rediseño de la industria y en nuevas formas de conectar con los usuarios. Si bien la moda circular es una propuesta aceptada a nivel global, no debe ser solo una “moda”, sino que debe ser parte de la concepción de los productos y las marcas. En ese sentido, los profesionales necesitan comprender las fases de uso y fin del ciclo de vida de las prendas para adaptarse a los últimos avances en materia de sostenibilidad y asegurar que los materiales se utilicen al máximo y se minimice la necesidad de usar nuevos insumos.
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