¿Debo hablar del coronavirus con mis hijos?

Diego, un chico de 12 años, mantiene la mirada fija a la pantalla del televisor mientras juega (hace ya unas horas) la nueva versión de su videojuego favorito. Es uno acerca de una guerra futurista, en donde tiene que disparar a todo “zombie” (muerto viviente) que busca atacarlo, comerlo o quizás morderlo para luego contagiarlo. Esta historia se repite no solo en su casa, sino también en cientos de miles de hogares alrededor del planeta.

El fin del mundo, debido a una pandemia (enfermedad epidémica a nivel mundial) que afecta a todos los seres humanos, convirtiéndolos en “zombies” o “muertos vivientes”, es una de las temáticas más utilizadas en los videojuegos, películas, comics y series de televisión. Aparece con tanta frecuencia que puede llegar convertirse en información que genera confusión a sus consumidores.

Los medios de comunicación y entretenimiento siempre han sido una fuente de información y un gran potencial para generar creencias en las personas. Es por eso que los dibujos animados, por ejemplo, deberían cumplir un rol importante al momento de transmitir valores y enseñanzas sobre los vínculos sociales. Pueden llegar a ser una vitamina saludable para el desarrollo emocional de los chicos(as).

Los videojuegos también generan creencias, lamentablemente no siempre son las que quisiéramos para ellos.

Hoy en día, la población está alerta por la aparición de un nuevo virus en nuestro planeta. El coronavirus, una enfermedad que afecta principalmente a las vías respiratorias, ha cobrado bastantes vidas principalmente en la ciudad de Wuhan, China. Sería irresponsable negar que esta situación es de preocupación mundial y que debemos estar prevenidos para que no se convierta en algo incontrolable. Para ello es importante averiguar más sobre dicho virus, buscar información fidedigna y confiable para saber qué hacer. Así podremos identificar sus síntomas, las formas de contagio y las estrategias de prevención.

Sin embargo, en el caso de los niños y adolescentes la historia es distinta. Estos no siempre tienen la información necesaria o la capacidad para poder entenderla sin generar confusiones. Las habladurías entre amigos, las exageraciones sin límite, las bromas populares y las fantasías propias de la edad, hacen que esta información se tergiverse y logre confundirlos más. Si a esta situación le sumamos la cantidad de horas utilizadas en consumir videojuegos, series o películas que tratan sobre pandemias dispuestas a acabar con la humanidad… entonces tenemos personas con todo el potencial a desarrollar un miedo psicosocial.

No se trata de minimizar la enfermedad o no ver el peligro, sino de manejar una información real.

Hoy hay chicos(as) que hablan del coronavirus y lo asocian, entre burlas, con el fin del mundo. En la mayoría de ellos, estas ideas irán desapareciendo o se irán acomodando a la realidad, conforme sean orientados en el hogar y las escuelas. Pero en otros casos, existen chicos(as) que se sienten estimulados a realizar conductas de riesgo (sexo y consumo de drogas, principalmente) por la excusa de una posible pandemia que podría acabar con la humanidad.

Es ahí donde hay que intervenir sin dudarlo.

Es por ello que quisiera darte unas recomendaciones básicas, para que puedas conversar con tu hijo(a) sobre lo que está ocurriendo actualmente:

1. Infórmate bien sobre el tema (en este caso el coronavirus), no querrás propagar información equivocada entre ellos(as).
2. Averigua qué tanto saben sobre el tema y cuánta información irreal tienen en su mente. De esa manera sabrás por dónde empezar.
3. ¿Qué preguntas rondan por su cabeza? Intenta responderlas todas pero evalúa qué tanto detalle dar, especialmente dependiendo de la edad que tengan. Recuerda que una pregunta que no es respondida por ti será respondida por otro o por sus propias fantasías.
4. Conversa sobre los riesgos de la enfermedad pero también sobre las alternativas de solución. De esa manera darás calma a tus hijos(as).
5. Propongan un plan de prevención en el hogar para evitar el contagio y para fomentar conductas saludables.
6. Aprovecha también para reforzar los límites y las reglas de casa, ya que estos no deberían cambiar por la aparición del virus. No hay fin del mundo y las conductas de riesgo (sexuales y drogas, principalmente) seguirán teniendo consecuencias en la disciplina familiar.
7. Cualquier duda que tengas, acude a un profesional de la salud para que pueda orientarte.