Según un estudio de McKinsey & Company, publicado en julio del presente año, el 80% de los ejecutivos piensa que sus modelos comerciales se verán afectados por los rápidos cambios del entorno en el futuro cercano. Además, el 84% afirma que la innovación es vital para el éxito en su estrategia de crecimiento. En este contexto, cabe preguntarnos ¿Qué bloquea la innovación en las empresas?
- La gran ambición de innovar. Es común ver la innovación como un gran objetivo de largo plazo y que demandará un gran esfuerzo. Esto es muchas veces cierto, en especial si hablamos de innovación radical o disruptiva –que genera una categoría que no se conocía, provoca cambios revolucionarios en la tecnología o es un punto de inflexión en las prácticas existentes– pero esta gran ambición de innovar hace olvidar muchas veces a la innovación gradual o incremental, que puede ser lograda por diferentes áreas y personas en su día a día o en la mejora continua de sus actividades y sumar, al final, una gran innovación.
- La innovación debe involucrar a toda la organización. Si bien es muy marketera la foto de todos los empleados o la plana gerencial completa sonriendo a la cámara y levantando el dedo pulgar, el anhelo de involucrar a todos en la innovación puede jugar en contra del objetivo de concretarla, pues no todos están igualmente preparados, motivados o con el mindset necesario para su logro. Puede ser más conveniente escoger o preparar a las personas idóneas, de diversas áreas y puestos.
- Las reuniones para generar innovación. Es usual asimismo agendar reuniones de trabajo a puerta cerrada o jornadas completas fuera de la oficina en busca de la innovación. Esto sería muy positivo si se incluyera en ellas a las personas que tienen contacto con los clientes de la empresa o si se consideran como insumos a analizar las necesidades, anhelos y preocupaciones de los clientes actuales y potenciales, recogidos previamente y a través de diferentes mecanismos. De no ser así, muy probablemente estaremos en una reunión de ‘expertos’ lejos de la realidad y de un real descubrimiento.
La innovación es muchas veces una carrera de largo aliento, pero también puede estar en el ADN de toda la organización y ser generada por diversos frentes y de muy variadas maneras. Acabar con estos mitos en las empresas puede marcar la gran diferencia y está en los líderes hacerlo.
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