El último sábado 7 de diciembre, salió publicado el Decreto Supremo por el cual se aprueba el establecimiento del área de conservación regional “Sistema de Lomas de Lima”, la segunda área protegida de nivel regional con que cuenta Lima y la primera que se ubica dentro del área metropolitana.
Las lomas costeras son formaciones únicas, que visten de verde y de vida nuestros usualmente grises y desérticos cerros y paisajes costeros durante tres a cuatro meses cada año, entre julio y octubre. Esto se produce por la condensación de las neblinas que “chocan” con los cerros costeños y los mojan y alimentan para formar esta vegetación estacional que a su vez trae flores, aves y mamíferos como zorros y vizcachas.
A mayor neblina, más lomas. La paradoja de nuestro feo invierno limeño -húmedo, panza de burro y de fastidiosas garúas- es que a su vez es quien produce la mayor belleza natural sobre el habitual panorama desértico costero, lo que nos da un remanso estacional que a través del tiempo ha conectado de diversas formas al poblador con estos espacios.
Es ahí, en las lomas, donde florece nuestra limeñísima flor de amancaes, que tiene la exquisitez y delicadeza de aparecer tan solo una vez por año y por un tiempo aproximado de dos a cuatro ….¡días! El buen José Antonio, del que Chabuca Granda cantaba hace sesenta años, cabalgaba desde Barranco hasta Amancaes a fines de junio para ver y recoger estas flores que llevaba luego atadas a la cinta de su sombrero.
La nueva área protegida, establecida sobre 13,475 hectáreas, se suma a otras Lomas protegidas peruanas como Lachay - Reserva Nacional ubicada en el Departamento de Lima y establecida en 1977 - y Atiquipa que es un área de conservación privada ubicada en el Departamento de Arequipa y que fue reconocida en el año 2011. La propuesta para que Lima cuente con este Sistema de Lomas tenía ya varios años de procesos participativos y análisis legales, económicos y sociales; pero la gestión del alcalde Castañeda no fue favorable para que salga en su momento. ¡El momento era ahora!
Se sabe que las lomas están muy amenazadas por distintas actividades, pero sobre todos por el propio crecimiento desordenado de la ciudad. Pese a que ello ha significado la pérdida de muchas zonas que originalmente formaban lomas, aún estas se siguen manifestando en 19 distritos de Lima. Algunas de estas lomas cuentan desde hace varios años con iniciativas locales para ponerlas en valor y favorecer el turismo y la recreación, como ha pasado con Lúcumo, Asia y Villa María del Triunfo, por citar solamente tres casos exitosos.
No todas las lomas limeñas han sido incluidas en la reciente área de conservación regional, ya que cuestiones legales y de gobernanza hicieron que el Proyecto priorice las zonas de mayor viabilidad. Ojalá en el futuro puedan integrarse las demás áreas.
Mientras, el establecimiento de esta área protegida que incluye las lomas limeñas de Ancón, Carabayllo, Rímac, Independencia, San Juan de Lurigancho, La Molina y Villa María del Triunfo permite visibilizarlas como un todo integrado, que asimismo nos conecta a los limeños como comunidad. El gran reto de las grandes ciudades es asegurar su espacio público como un punto de encuentro y de calidad de vida. Toca ahora poner en valor las lomas, protegerlas y a la vez habilitarlas para mejorar sus servicios ecosistémicos y recreativos.
¡Bienvenida “Lomas de Lima”! Qué se sigan escribiendo canciones, poemas y cuentos sobre ti por muchos años más.
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