A inicios de año, durante el mes de marzo del 2020, recorría en el mundo las noticias de lo que se perfilaba como una enfermedad que podría traer consigo ciertos retrasos. Jamás imaginamos el impacto tan drástico y rotundo que la COVID-19 traería a nuestras vidas. Sin embargo, había una empresa que ya perfilaba el potencial daño y amenaza que este brote ocasionaría en el mundo entero. Hay una historia no tan conocida, una que nos da una lección sobre la importancia de la cultura organizacional, el liderazgo eficaz y el manejo en los tiempos de crisis donde, cada segundo, una persona en el mundo era afectada por la enfermedad y su vida peligraba.
El 19 de marzo del 2020, Albert Bourla, congregó a todos en Pfizer y BioNTech y los retó a crear una vacuna con una premura nunca vista, buscando vencer un desafío que consideraba apremiante. En una combinación de esfuerzos como la cooperación inter-organizacional, pensar fuera del molde y liberalización de las trabas burocráticas, el 8 de noviembre Pfizer había concluido su segunda y tercera fase de pruebas con un 95% de eficacia.
Desde el inicio de la pandemia, Bourla propuso un plan de cinco puntos para guiar a la compañía a derrotar al coronavirus, altamente basado en la colaboración, compartiendo información con socios más pequeños para ayudarlos en el proceso regulatorio y clínico, y ofreciendo cooperación a agencias federales para tener planes de contingencia frente a esta crisis y otras futuras emergencias. Sin embargo, el gran desafío era el tiempo, lo que implicó cambiar la manera usual en la que realizaban ensayos para acelerar el proceso de innovación. En lugar de probar secuencialmente sus opciones más prometedoras, lanzaron ensayos simultáneos, lo que era un riesgo financiero, pero necesario para vencer. De ello nació una lección importante: cuando defines un objetivo grande, debes de promover el pensamiento creativo e innovador, en donde las soluciones pasadas no necesariamente se acomodan a una nueva realidad. Una última lección, una que comparto de manera cercana y que nos ha acompañado durante el 2020 como empresa y como familia, es la importancia de cooperar, de dejar de lado nuestras diferencias y dejar a un lado la competencia para lograr un esfuerzo cooperativo de impacto global.
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