"La definición de la locura es hacer lo mismo una y otra vez y esperar resultados distintos". En tiempos difíciles como el que vivimos, en donde necesitamos transformar las cosas, recordamos esta frase de la escritora estadounidense Rita Mae Brown -que se hizo muy popular hace algunas décadas y que incluso ha sido atribuida a Albert Einstein. Tomamos esta frase como punto de partida para reflexionar sobre la importancia de salir de lo establecido, del statu quo, y mejorar el mundo teniendo como herramienta principal una aptitud que todos poseemos: la creatividad, cuyo día mundial se conmemora este miércoles 21 de abril. Una fecha establecida por las Naciones Unidas con el objetivo de promover el pensamiento creativo multidisciplinario, para construir un futuro sostenible.
Pero ¿acaso la creatividad no era distintiva de los “crazy ones”, como parecía afirmar ese clásico de la publicidad con el que Apple instauró su eslogan “piensa diferente”, mostrando imágenes de Lennon, Picasso, Dylan y otros genios? Las comillas son clave aquí: la sociedad los puede haber llamado “locos” y visto como tales; no obstante, los creativos siempre han hecho lo más sensato: tratar de mejorar el mundo.
Parafraseando el enunciado que inició este artículo, podemos decir que es de cuerdos, entonces, hacer las cosas distintas para resolver un problema que no se soluciona: Para conseguir trabajo, emprender un negocio propio; o, si los mercados son propensos a ser focos de COVID-19, desarrollar una app que reduzca el riesgo de contagio en los centros de abasto (como es el caso de un proyecto de alumnos de Toulouse Lautrec, la Red de Fab Labs, PNUD y la Municipalidad de Lima).
Según recientes declaraciones de la Jefa de Economía Creativa de la Conferencia de Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD), Marisa Henderson, “más que nunca necesitamos pensamiento creativo, innovación y buscar soluciones para visualizarnos más allá de los de los desafíos de desigualdad y vulnerabilidad que enfrentamos a diario. Las industrias creativas, que son el alma de la economía naranja, están bien situadas para ayudar en este sentido”. Alineada con ello, pienso que, si queremos salir de la crisis que continúa por la emergencia sanitaria, es el momento de promover las industrias creativas, y fomentar la innovación tanto desde el Estado como desde el sector privado y la academia, de forma alineada.
Y no olvidemos que innovar es rentable. Recordemos que según la prestigiosa consultora McKinsey & Company, las empresas que confían en la creatividad están 67 % y 70 % por encima del promedio en crecimiento orgánico de los ingresos y de retorno de inversión, respectivamente. Por todo ello, que este Día Mundial de la Creatividad y la Innovación 2021 nos reafirme que toca estar más cuerdos y sensatos que nunca, y aprovechar el gran poder de la creatividad para salir de esta crisis, mejorar el mundo y hacerlo sostenible.
Comparte esta noticia