Inspirar confianza, crear una visión compartida, ejecutar la estrategia con éxito y desarrollar el potencial de nuestros seguidores. Hasta hoy, estos eran los roles esenciales de un líder. Sin embargo, el mundo está cambiando radicalmente, el mercado es cada vez más competitivo y los clientes mucho más exigentes. En este nuevo escenario, los líderes deben asumir una nueva responsabilidad: liderar la creatividad de sus equipos u organizaciones.
¿Y por qué es importante asumir este nuevo rol? En principio, porque la creatividad es el alma de cualquier negocio. Sin embargo, solo 3 de cada 10 empresas tienen una cultura creativa en el Perú, según el Ranking C3 de Innovación 2022. Desde mi punto de vista, esta es una cifra preocupante porque un negocio que no promueve la creatividad pierde su capacidad competitiva y se arriesga al fracaso.
Evidentemente, para transitar hacia una cultura creativa se necesita desplegar diferentes estrategias e involucrar a toda la organización. Sin embargo, quienes deben dar el primer gran salto son los líderes. Lamentablemente, un artículo de Harvard Business Review explica que hasta ahora la creatividad no está en la agenda principal de los altos ejecutivos. Cambiar esta situación, y empezar a liderar la creatividad, debe ser nuestro gran desafío de aquí en adelante.
¿Pero qué significa liderar la creatividad? Tras un coloquio en el que participaron casi 100 líderes de diferentes empresas como Google, E Ink, IDEO y Novartis, Harvard Business School concluye que liderar la creatividad implica, en primer lugar, aprovechar las ideas de todos los niveles. Es decir, involucrar a los empleados correctos en el proceso creativo, distribuyendo responsabilidades a través de toda la organización. Este tipo de liderazgo rompe el mito de que solo los altos ejecutivos, por su experiencia, son la fuente de las ideas creativas.
En segundo lugar, estimular y permitir la colaboración. Definitivamente, debemos dejar de creer en el “inventor solitario” para empezar a aprovechar la creatividad de muchas personas en la solución de un mismo problema. Y es que la mayoría de las innovaciones nacieron así, gracias a múltiples aportes. Por ejemplo, los smartphones que utilizamos hoy derivan de la combinación y evolución de inventos predecesores como el teléfono fijo, los primeros celulares, las computadoras, la televisión, la radio, la cámara fotográfica y otros más.
En tercer lugar, abrir la organización a diferentes perspectivas. A veces, la complejidad de un problema demanda diversidad; y es que la fricción creativa y la innovación son más probables cuando personas de distintas disciplinas, experiencias o áreas de expertise comparten sus ideas.
Finalmente, destaco la importancia de abrir caminos en la burocracia, pues esta asfixia la creatividad. Definitivamente, es imposible establecer una organización 100% horizontal, pero sí se necesita fomentar una estructura organizacional en la que los niveles de gobierno no obstaculicen la colaboración ni penalicen el error.
Líderes, sin dejar de lado nuestros otros roles, tenemos que empezar a liderar también la creatividad en nuestras empresas para enfrentar los desafíos del mercado y aprovechar al máximo sus oportunidades. Veamos el futuro con optimismo y motivemos a nuestros equipos a transformar el mundo con creatividad.
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