El novelista peruano nació un 18 de enero y, tras su muerte en diciembre de 1969, dejó un enorme legado literario y antropológico que permanece vigente hasta la hoy.
“Estoy luchando en un país de halcones y sapos desde que tenía cinco años”, escribió José María Arguedas en su diario póstumo, publicado en la obra híbrida El zorro de arriba y el zorro de abajo, que combinó el testimonio personal con la ficción ambientada en Chimbote. Con esta frase, Arguedas sentenciaba la identidad fragmentada con la que había crecido desde su nacimiento el 18 de enero de 1911 en Andahuaylas, Apurímac.
Nacido en el seno de una familia criolla, la infancia del autor de Yawar Fiesta quedó marcada por la pérdida de su madre cuando él tenía dos años y medio. A partir de entonces, quedó al cuidado de la segunda esposa de su padre, una mujer con tres hijos mayores con quien tuvo una mala relación desde pequeño.
"Yo soy hechura de mi madrastra", dijo alguna vez Arguedas, explicando que desde niño debió convivir con los sirvientes indígenas por orden de su madrastra, quien le tenía "tanto desprecio y tanto rencor como a los indios". Esta experiencia le permitió adquirir una sensibilidad única para entender la cosmovisión andina, así como la lengua y las costumbres que plasmaría en sus ficciones.
En 1935, cuatro años después de haber ingresado a la Facultad de Letras de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos,José María Arguedas publicó su primer libro de relatos, Agua. Con este cuentario, que consta de tres títulos, buscaba ofrecer un retrato fidedigno del mundo indígena, en contraste con la imagen desfigurada presentada por autores como Ventura García Calderón y Enrique López Albújar.
El cuentario auguró los temas que el escritor andahuaylino profundizaría más adelante en su obra, marcada por títulos capitales que renovaron el indigenismo peruano.
¿Cuáles son las obras más importantes de José María Arguedas?
Seis años después, José María Arguedas demostró nuevamente su talento narrativo con Yawar Fiesta, su primera novela. Comenzó a escribirla antes de 1937, año en que su composición se interrumpió al ser apresado y trasladado al penal El Sexto por participar en las protestas estudiantiles durante la dictadura del expresidente Óscar R. Benavides.
En esta novela, Arguedas retomó las tradiciones andinas, como la corrida de toros, para narrar los enfrentamientos entre las élites en el poder y las comunidades indígenas. Yawar Fiesta ofrece una recreación certera de la realidad de los Andes, alejándose de la mirada paternalista de otros autores indigenistas.
Sin embargo, no fue hasta los 47 años que José María Arguedas publicó su obra maestra: Los ríos profundos. Esta novela, una de las más autobiográficas del autor, presenta una visión subjetiva del mundo indígena a través del punto de vista del niño Ernesto. Publicada en 1958, es una novela de formación que recibió el Premio Nacional de Fomento a la Cultura Ricardo Palma.
En Los ríos profundos, se puede observar un quiebre en la "representación tradicional del indígena", como señaló el investigador Marcel Velázquez para RPP en julio de 2020. "Convierte al indígena en un actor y productor cultural, un sujeto con un saber hacer que hoy adquiere una inédita contemporaneidad en su vínculo con la naturaleza", indicó Velázquez.
¿Dónde y cómo murió José María Arguedas?
En adelante, José María Arguedas publicó dos novelas más: El Sexto (1961), basada en su experiencia en la mencionada prisión, y Todas las sangres (1964), su obra más ambiciosa, donde buscó representar de manera totalizante los distintos escenarios sociales del Perú, con especial énfasis en la serranía.
Durante este tiempo, también lanzó una serie de relatos como La agonía del Rasu Ñiti y El sueño del pongo, que más adelante serían recopilados en ediciones póstumas. Además, escribió poesía en quechua y realizó estudios etnológicos, antropológicos y sobre el folclor andino, entre los cuales destacan Dioses y hombres de Huarochirí y Mitos, leyendas y cuentos peruanos.
Desde 1944, sin embargo, José María Arguedas luchaba contra una depresión que lo llevó a dejar de escribir por temporadas e incluso a intentar suicidarse en abril de 1966 mediante una sobredosis de barbitúricos, de la cual sobrevivió gracias a una rápida atención médica.
Tres años después, el 28 de noviembre, en un salón de la Universidad Agraria La Molina, el novelista peruano se disparó en la sien. "Me retiro ahora porque siento, he comprobado, que ya no tengo energía e iluminación para seguir trabajando, es decir, para justificar la vida", escribió en una carta a los universitarios.
Tras cuatro días de agonía, finalmente falleció el 2 de diciembre. Sus restos fueron enterrados en el cementerio El Ángel, en una despedida multitudinaria que incluyó el violín y el arpa, la música andina a la que tanto afecto tuvo el taita Arguedas en vida.
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