Las eventualidades son parte de las funciones donde los bebés son incentivados a explorar el escenario con libertad. Nishme Súmar dirige la obra, pensada para un público menor de tres años, que se presenta en el Teatro La Plaza.
Un pequeño, que aún está aprendiendo a hablar, no deja de aplaudir ante cada acción de Mora (a cargo de la actriz Mónica Ross) en el escenario. Otro gatea hasta quedar en un sorpresivo frente a frente, una vez satisfecho se sigue paseando. Así se desenvuelven las funciones de "El viaje de Mora" con un público, de 0 a 3 años, que se caracteriza por su curiosidad y talento para explorar.
¿Se puede ir formando a un público tan pequeño? Para Nishme Súmar, directora del montaje, sí es posible y, por ello, buscan la misma rigurosidad que en una obra para adultos. "El teatro nos ayuda a entender mejor nuestro mundo. La presencia de la fantasía, la contemplación y la magia para los pequeños es sumamente importante. Hay que darles a los niños historias, la posibilidad de viajar e imaginar mundos mejores. El teatro es el mejor lugar para eso", reflexiona.
LIBERTAD PARA EXPLORAR
"El viaje de Mora", en temporada en el Teatro La Plaza, parte de la idea de la vida intrauterina a través de estímulos sensoriales. "No hemos tenido la idea de imitar un bebé o la vida dentro del útero", aclara la directora Nishme Súmar. "Sí se toman cualidades prestadas para crear nuestro propio universo y a Mora, que tiene algo de clown, de mimo y de bailarina", apunta.
Mora es intuitiva y busca descifrar los elementos a su alrededor como la luz (que aparece y desaparece), la música (cortesía de Luigi Valdizán) o sonidos como el palpitar de su corazón, o descubrir la movilidad de su propio cuerpo. Los mismos estímulos, externos y internos, que puede recibir un pequeño. "Debería ser como un espejo donde se vean y se sientan felices", indica Súmar.
Los padres, que acompañen a sus hijos a la obra, deberán tener una regla en mente: se anima a que los bebés exploren con libertad. En el escenario (donde hay un grupo de cuidadores), se permite que los menores transiten y se relacionen con los objetos que van apareciendo como gusten.
Mónica Ross, protagonista del montaje, es rápida para acomodarse a cualquier situación. Las eventualidades se esperan y nutren la historia. "La idea es que (los bebés) también sean protagonistas del espectáculo", comenta. Así, ha tenido funciones donde estos la imitan, quieren quedarse con algún objeto en escena o se quedan mirando al público. "Si ese es su vacilón ¡bienvenido sea!".
MÁS INFORMACIÓN
Fecha: Sábados y domingos, a las 11 a.m. hasta el domingo 9 de diciembre.
Lugar: Teatro La Plaza, Larcomar, Miraflores.
Entrada: S/.40 (adultos) y S/.20 (bebés/niños) en Teleticket.
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