El cantante de “En la habitación” hizo un repaso por su carrera musical y cómo se sobrepuso a la crisis producida por la COVID-19.
La segunda mitad de 2020 tomó otro rumbo para Ezio Oliva. La pandemia del nuevo coronavirus significó una prueba de fuego para su carrera, que debió poner un alto a todos sus proyectos debido al aislamiento social obligatorio.
“Las primeras tres semanas me deprimí muy fuerte, pero luego me puse a trabajar desde casa y aquí estamos retomando proyectos y lanzando temas”, dijo al diario Correo el artista que, hace unas semanas, lanzó su nuevo sencillo “En la habitación”, compuesto por el dúo Inti y Vicente.
Los meses de la cuarentena no pasaron en vano para Oliva. Fue un periodo en el que pudo apreciar el verdadero apoyo de su público (“el gran jefe”), que lo sigue desde su etapa de Ádammo, allá por el 2007, hasta su actual faceta como solista.
“La música y el público van más allá de un buen negocio. Es realmente vital el lazo que se crea cuando uno sube a cantar, esa conexión mágica con ellos es imprescindible”, indicó. Para él, antes de la internacionalizarse, lo esencial fue afianzar seguidores en todo el Perú. “Primero debes cultivar en tu país y luego pensar en cruzar fronteras”, apuntó.
UNA CARRERA EN LA BALANZA
Ezio Oliva debutó en la música al integrar Ádammo durante poco más de cinco años. Pero al separarse del grupo, vio que se abría ante él una posible vida sin música. “La verdad que de alguna manera tiré la toalla, terminé resentido conmigo mismo por no haber manejado mejor esa linda etapa de mi vida. Después de lo que pasó, dije: no vuelvo a esto”.
Sin embargo, se mantuvo vinculado con el rubro del entretenimiento. Y su retorno a la música se debió nada menos que a la confianza que sobre él depositó su esposa Karen Schwarz luego de componer de “Siempre has sido tú” para su matrimonio. “Ella escuchó el tema y me dijo: ‘esto lo tienes que hacer público’. Y bueno, le hice caso. Allí empezó todo”, anotó.
Actualmente, Oliva continúa vigente gracias a sus nuevos lanzamientos así como a su presencia en las redes sociales, terreno que le parece manipulable hasta cierto punto. De allí que se haya concentrado en cultivar su relación con el público, pues “eso es lo único en este negocio que no se puede manipular, tu relación con la gente”.
Asimismo, el artista de 31 años dejó en claro que la imagen paternal que proyecta no responde a un plan de marketing. “Yo no podría mantener un tipo de vida así (…) Pero finalmente también quien haga eso y le funcione, es válido. Yo tengo mi manera, pero no significa que la mía, sea la verdadera. Cada persona debe decidir”, expresó.
¿Hacia dónde apunta Oliva ahora? “Sueño con en algún momento de mi vida llegar a un país y poder llenar un estadio”, aseveró el cantante, quien en el arte de la perseverancia se considera todo un ganador.
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