"Viaje seguro'", la popular frase que aún se encuentra en algunos letreros de las unidades de transporte público, suena hoy en día como una paradoja debido a una modalidad delictiva en la que los ladrones adoptan una aparente actitud amable y solicitan la colaboración de los pasajeros.
"Subieron en forma amenazante, diciendo que salían de un penal y que teníamos que colaborar con ellos y que no nos iba a pasar nada", dijo una víctima. "Pero como tienen arma blanca o un cuchillo…entonces uno tiene miedo señorita, del miedo, tienes que dar", señaló otra.
Ellas son dos usuarias del servicio de transporte público de la capital que recuerdan cómo se sintieron amenazadas cuando delincuentes se apropiaron de sus pertenencias después de solicitarles un "aporte voluntario", entre comillas. El discurso que recibieron fue el mismo, según cuenta Maritza.
"Suben cuatro personas, dos por la puerta de adelante y dos por atrás, diciendo que salían de un penal y que teníamos que colaborar con ellos y que no nos iba a pasar nada”, ”pero me di cuenta que uno de ellos tenía un arma en la cintura, que no dejaba de tocarse", afirmó.
Ángela aborda a diario un bus en la avenida Perú, que la lleva desde el distrito San Martín de Porres hasta el Centro de Lima. Ella relata que se siente obligada a llevar un sol en su monedero para entregarlo cada vez que en el vehículo en el que viaja suben personas con discursos amenazantes para pedir que "colaboren" con ellos.
Ella está convencida de que esas personas, que no dejan de pedir que sean comprensivos con ellos, viajan provistos de algún arma.
"Te dicen: acuérdate hoy por mí, mañana por ti", "pero como tienen arma blanca, a veces cuchillo", "y te dicen nosotros queremos reivindicarnos a la sociedad pero no nos dejan, si no nos apoyas ¿quién nos va apoyar?", “entonces uno tiene miedo, señorita, del miedo, tienes que darles", dice.
El temor a que les pueda ocurrir algo obliga a los usuarios a no arriesgarse y simplemente acceder al "amable petitorio" de los desconocidos.
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"Puede ser denunciado por el delito de extorsión"
Martín es chofer y cobrador de una cúster que circula por el Callao. Él afirma que esta modalidad de atracos es común en la ruta que recorre.
"Han venido subiendo en ruta, en la avenida Perú, en doce de octubre, cerca al Puente Camote han estado subiendo personas a pedir dinero", "pero si alguno de los pasajeros o el conductor hacemos lo contrario, nos golpean o, inclusive, nos pueden matar", señala.
La forma en que estos delincuentes se acercan a sus víctimas, sin recurrir a la violencia pero empleando la intimidación, constituye un delito denominado extorsión, según confirma el abogado Hugo Mendoza.
"Esto, claramente, puede ser denunciado por el delito de extorsión, ya que al decir que no quieren hacer daño y hacen este movimiento de tener un arma, configura una amenaza para entregar su dinero en contra de su voluntad, pero el problema está en que cuando van a denunciar, no van a tener la identificación", expresó Hugo Mendoza.
Las personas que participaron con sus testimonios en este informe confirmaron que, pese a que perdieron sus pertenencias bajo una clara amenaza, no denunciaron el hecho a la Policía.
Mientras el temor y la precaución comienzan a formar parte del viaje del pasajero, desde el gobierno se propone la presencia de policías en las unidades de transporte para protegerlos. Esto forma parte del denominado 'Plan Boluarte', que aún no ha recibido la luz verde del Congreso.
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