Por Luis Benavente Gianella
Director de Vox Populi Consultoría, experto en comunicación política y opinión pública
De acuerdo con el Sistema Informático Nacional de Defunciones* (SINADEF), en abril, mayo y junio de 2018 hubo 28 406 fallecidos en Perú; en los mismos meses de 2019 el número de difuntos fue 27 148; y en ese período de 2020 la cifra llegó a 61 875 muertes.
Es decir, si el promedio de fallecidos en el segundo trimestre de 2018 y 2019 fue de 27 777, el exceso de muertes en el mismo período de 2020 fue de 34 098. Esto da como resultado un exceso de fallecidos de 123% en el segundo trimestre de 2020 respecto al promedio del mismo período de 2018 y 2019.
Se podría concluir que ese exceso se debe al impacto de la pandemia COVID-19, pero, para el gobierno, al 30 de junio hay solo 9 677 fallecidos por COVID-19 en el país. El exceso de muertes es 352% mayor a la cifra oficial.
De acuerdo con SINADEF, el 53.4% del total de fallecidos en junio de 2019 fueron hombres, y ese porcentaje es muy estable respecto a años anteriores. Pero en junio de 2020, el porcentaje de fallecidos hombres fue 63.4% del total de difuntos, 10% más que el año anterior.
La letalidad por COVID-19 en Perú es mayor en hombres (70.9%) que en mujeres (29.1%). La aproximación porcentual de los porcentajes de muertes de hombres que registra SINADEF en junio de 2020 y las que ocasiona la COVID-19, es argumento para seguir sustentando que el exceso de muertes se debe a la pandemia que sufre el planeta en la actualidad. La diferencia (63.4% vs 70.9%) se debe a que las 27 777 muertes proyectadas para junio de este año no habrían sido por COVID-19, obviamente.
Una explicación del reducido número de fallecidos en las cifras oficiales sería el subregistro, debido a muertes de enfermos con COVID-19 que no llegaron a recibir atención en hospitales, quedando fuera de la estadística. Otra explicación sería que a muchos enfermos de COVID-19 que han fallecido se les ha atribuido otras causas de muerte.
El número de personas que adquirió la enfermedad y el número de muertes subieron considerablemente debido a la facilidad de contagio del virus, y a la inacción y acciones equivocadas del gobierno central, gobiernos regionales y gobiernos locales, así como de un sector de pobladores que no acató la cuarentena, muchos de ellos por razones entendibles (necesidad de trabajo informal, falta de dinero para abastecerse de alimentos, falta de refrigerador para conservar alimentos perecibles, etcétera). El sistema de atención de salud no ha sido suficiente para atender la demanda creciente de atención. A la vez, la economía de los peruanos se ha derrumbado.
Hoy, el país ha puesto fin a la cuarentena y vuelve a la actividad productiva, el futuro es incierto y la esperanza debe mantenerse firme, a la vez que la OPS anuncia que el Perú alcanzará el pico de contagios en agosto.
(*) SINADEF. http://www.minsa.gob.pe/reunis/data/defunciones_registradas.asp 31/06/2020
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