"Hay marinera para rato”, dice Maricarmen Olórtegui, quien prepara a sus alumnos, vía internet, para nuevos concursos en medio de la pandemia.
En medio de la pandemia, la pasión al baile no se detiene. Un claro ejemplo es la campeona mundial de marinera, María del Carmen Olórtegui Risco, ganadora ocho veces del reconocido Concurso Nacional de Marinera de Trujillo, para quien el confinamiento debe ser visto como una oportunidad para reinventarse y sentir la marinera en su esencia, el enamoramiento sin poder tocarse.
Para Maricarmen, como la conocen sus amigos, las clases a distancia no son nuevas. Desde el 2017, cuando la nombran Personalidad Meritoria de la Cultura, tuvo que recurrir a las plataformas virtuales para impartir clases a sus alumnos del Perú y del extranjero. Ese año viajó durante 54 fines de semana y le era imposible permanecer en un solo lugar.
La campeona es psicóloga de profesión y cuenta que empezó sus clases virtuales con una alumna, una hora interdiaria. Luego se sumaron otros y ya eran cuatro horas interdiarias. Sin darse cuenta, ya tenía varios alumnos a distancia, entrenando para concursos internacionales y campeonatos mundiales.
“Empecé a crear estrategias pedagógicas para estas clases a distancia en educación remota. Y luego ya tenía personas de distintas partes del mundo que han logrado no solo sus objetivos personales, sino también llegar a la final y ganar campeonatos en los concursos donde se han inscrito”, dice orgullosa Maricarmen, quien incluso ha creado su propia técnica, denominada MAO.
En esta crisis del nuevo coronavirus que nos obliga al aislamiento social, la trujillana anima a otros profesores de marinera a reinventarse y comparte con ellos su experiencia en clases a distancia, pues muchos se vieron obligados a cerrar sus academias y posponer las clases presenciales.
“He tenido la oportunidad de hacer tres días de conferencias para compartir experiencias pedagógicas para las clases online de marinera. He tenido 40 profesores con mucha capacidad, mucha apertura para dar lo mejor a sus alumnos. Este es el momento para mí de compartir con todos ellos, es el momento de reinventarse”, confiesa.
Para la bailarina más galardonada en la historia de los concursos de marinera, con el entrenamiento a distancia, las parejas tendrán que respetar una de las reglas básicas de este tradicional baile, que se perdió con el tiempo: el enamoramiento y galanteo sin ningún contacto físico. Más bien las miradas incluso con mascarilla puesta, de ser el caso, recobrarán gran importancia.
“La marinera es un baile de enamoramiento, de amor, donde las parejas no se deberían tocar. En realidad, es una de las reglas para el concurso. Pero ahora se rosan, se tocan, se cogen. Ahora, realmente, se va tener que respetar. Y las damas van a tener que enamorar de lejos y los caballeros van a tener de galantear de lejos”, asegura.
Bailar con protección personal podría ser ahora normal para Maricarmen. Incluso los futuros concursos de marinera tendrán que adaptarse y hasta crear nuevas categorías, pues son tiempos de cuarentena.
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