La mayor participación de proveedoras se da en rubros de servicios de viaje, alimentación o personales y domésticos.
La participación de la mujer en el mercado de compras públicas es solo el 30% del total de contrataciones y sus ingresos representan el 21% del total del monto adjudicado, menciona el estudio Participación de las mujeres en las compras públicas del Organismo Supervisor de las Contrataciones del Estado (OSCE).
El mismo estudio resaltó que, a nivel de montos, la mayor participación de proveedoras se da en los rubros de servicios de viaje, alimentación, alojamiento y entretenimiento – con un 53% - y de servicios personales y domésticos (como catering, buffet o alimentación para hospitales) – con un 50%. Estos son los únicos rubros donde pasan del 50%.
Además, se indica que en Lima se concentra el mayor monto adjudicado a proveedoras mujeres con S/ 5,304 millones. Sin embargo, su participación dentro del total es únicamente del 16%. Así, Lima se ubica como la región con menos participación femenina, junto con el Callao.
Pasa lo contrario en Madre de Dios, donde se tiene el menor monto adjudicado con S/ 59.5 millones, pero la participación femenina equivale a un 31%. Las regiones con mayor participación de mujeres en compras públicas son Tacna, Puno, Junín, Moquegua, Madre de Dios, La Libertad y Cusco.
Estas cifras han hecho cuestionar por qué la participación de la mujer en contrataciones públicas sólo bordea el 30% y no más. Además, el que la mayoría de participación de las mujeres sea en los sectores de bienes y servicios hace pensar si existe alguna relación con el nivel educativo o el trabajo no remunerado.
En el 2018, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) señaló que la contratación pública es un instrumento para combatir la pobreza y promover el crecimiento económico a nivel país. En esa línea, el empoderamiento económico de la mujer no era una excepción; sin embargo, su acceso a estas oportunidades del mercado no ha resultado fácil. Los obstáculos van desde restricciones legales hasta normas sociales y culturales.
Ante ello, los gobiernos de la región tienen como tarea pendiente ampliar los espacios de participación femenina e implementar medidas dirigidas a reducir la brecha de género. En el caso de nuestro país, el informe de la OSCE recomienda profundizar la evaluación de la situación de la mujer en este mercado. Asimismo, identificar las barreras o limitantes para el acceso de las mujeres y propiciar y desarrollar políticas y/o proyectos para una mayor inclusión de mujeres en las contrataciones públicas peruanas.
El estudio del OSCE considera todos los procedimientos comprendidos por la Ley de Contrataciones del Estado. También incluye todos los procedimientos adjudicados durante 2018 al 2019.
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