En las últimas semanas, viceministerios clave han sufrido el golpe de la crisis de continuidad de funcionarios en el Estado. Las renuncias, sin embargo y con denuncias de por medio, ocurren desde el inicio de este gobierno.
Es probable que hace tiempo no se tenga una ola de renuncias como la que se vive actualmente en diversos ministerios. Sobre todo porque estas han llevado consigo graves denuncias de copamiento de puestos clave en estas instituciones. La más reciente, de la viceministra de Transportes Fabiola Caballero, quien denunció que las designaciones de funcionarios en su instancia "fueron determinadas por otras instancias" en la que se priorizaron "criterios extratécnicos" y "políticos".
A estas se suman las recientes y sonadas renuncias en el Ministerio de Salud, que han sido la cumbre de una crisis que empezó poco después de que el nuevo gobierno asumiera el poder. Aunque no ha sido aceptada, la renuncia del viceministro de Salud Pública, Gustavo Rosell, golpeó tanto como la de los profesionales que integraban el Equipo Consultivo de Alto Nivel, importantes asesores del proceso de vacunación.
En agosto de 2021, los viceministros de Orden Interno, Carlos León Romero; y de Seguridad Pública, Nicolás Zevallos Trigoso, renunciaron advirtiendo el plan de contratar en el Ministerio del Interior a personas en cargos para los que no cumplen con el perfil.
Dos meses después, Jaime Luyo Kuong, profesional de destacada trayectoria, renunció al viceministerio de Electricidad, en medio de rumores de maltrato del entonces ministro de Energía y Minas Eduardo González Toro. En su lugar se nombró a José Dávila Pérez, ingeniero de 35 años con experiencia laboral en la empresa Electronorte S.A. en Chota, Cajamarca.
La mayoría de estos cargos eran de funcionarios con experiencia, en puestos para los que se necesita una alta especialización. "Los viceministros son los que realmente diseñan las políticas públicas sectoriales que les proponen a sus ministros, las cuales él finalmente lanza y por las cuales él responde. El manejo a nivel de detalle lo tienen los viceministros, se trata de una posición clave para mantener la continuidad", recuerda la docente de la Escuela de Gestión Pública de la Universidad del Pacífico Karla Gaviño.
Año nuevo, crisis nueva
El siguiente remezón se sintió empezando el 2022. Renunció Avelino Guillén al Ministerio de Justicia y su decisión fue aceptada tras esperar sin éxito una reunión con el presidente Pedro Castillo para tratar temas importantes de esa cartera. Poco después, cuando asumió Aníbal Torres por una semana, el viceministro de Justicia, Gilmar Andía, renunció señalando una "grave debilidad institucional y técnica" en la entidad.
En este interín, fue retirada del cargo de presidenta del Instituto Nacional Penitenciario (INPE) Susana Silva; y Daniel Soria fue destituido del cargo de Procurador General de la República, decisiones que han sido criticadas por especialistas.
En medio de esta alta rotación de funcionarios nos preguntarnos inevitablemente sobre los sucesores designados y la inestabilidad que generan los cambios. "Toda designación que pone a alguien que está cuestionado por distintos motivos a ejercer un cargo que implica poder, es igual de crítica, porque en los diferentes sectores se perjudica a los peruanos de diferentes maneras. El costo-oportunidad es muy grande, no solo por las designaciones inadecuadas, sino también por la rotación que termina habiendo en los altos cargos", comenta la politóloga Macarena Costa.
Otra salida reciente fue la del viceministro de Minas, general Jorge Chávez Cresta, quien manifestó su inconformidad con recientes nombramientos en el Ministerio de Energía y Minas. "No se puede colocar en puestos de suma importancia, en un sector que promueve las inversiones, que es el sustento del 60 por ciento de nuestras exportaciones, en manos de personas que no están calificadas", señaló en RPP Noticias.
Aún estamos por ver las consecuencias de la alta rotación de viceministros, que aunque puede ser una práctica usual cuando entra un nuevo gobierno, en este contexto solo ha provocado nuevas crisis.
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