Con una imputación por presunto lavado de activos y 36 meses de reclusión preventiva, la excandidata presidencial y lideresa de Fuerza Popular atraviesa el peor momento de su carrera política. ¿Cómo llegó a esto? Repasemos su historia cerca del poder.
Este miércoles 31 de octubre, el juez de Investigación Preparatoria de la Sala Penal Nacional, Richard Concepción Carhuancho, aprobó el pedido de 36 meses de prisión preventiva para Keiko Fujimori por una investigación de presunto lavado de activos. Así, terminaron siete días de una audiencia en la que se enfrentaron los abogados de los imputados (otras diez personas incluidas en el caso) con el fiscal José Domingo Pérez. En menos de diez años de haber fundado su partido, la excandidata presidencial pasa por su peor momento.
El acercamiento de Keiko al poder inició en 1994, luego de asumir el lugar de primera dama de la Nación. Mantuvo esa investidura hasta el 2000, cuando su padre Alberto Fujimori abandonó la presidencia. Posteriormente, llegaría al Congreso como la legisladora más votada, tentaría -sin éxito- la presidencia de la República y consolidaría a su partido como el de mayor influencia numérica en el Parlamento. Hoy, su futuro político es más que inestable; sobre todo después de que los sondeos le dieran 86% de desaprobación y de que el 77% de la población la considerara culpable de los cargos que la Fiscalía le imputa.
Estudiante, primera dama y congresista
Keiko Sofía Fujimori Higuchi nació el 25 de mayo de 1975 en el distrito de Jesús María, en Lima. De acuerdo con su hoja de vida actualizada hasta el 2016, se graduó del colegio La Recoleta, de La Molina, en 1992. A los 18 años, inició sus estudios superiores de Administración de Empresas. Pasó por dos universidades de Estados Unidos: la facultad College of Business de la Universidad Estatal de New York, también llamada Universidad de Stony Brook (1994 -1995) y la School of Management de la Universidad de Boston, donde finalmente se graduó en 1997.
El 15 de diciembre de 1994, Keiko se convirtió en primera dama. Su padre, el entonces presidente Alberto Fujimori Fujimori, le había retirado aquel nombramiento a su esposa Susana Higuchi Miyagawa en medio de un proceso de separación que incluyó denuncias de violencia y tortura. El gobierno acabó en el 2000, luego de que explotaran evidencias de corrupción y otros delitos, y Fujimori se resguardara en Japón para evadir -por un tiempo- las consecuencias legales.
Entre el 2004 y el 2008, la ex primera dama realizó estudios de maestría en Administración de Empresas en la Universidad de Columbia (Nueva York, EE.UU.). Un año antes de graduarse con el grado de máster, se preparó en Parlamento, Democracia y Gobernabilidad con un diplomado en la Universidad George Washington (Washington D.C., EE.UU.).
Entre el 30 de junio de 2005 y el 28 de agosto de 2005, Fujimori fue practicante de la empresa General Motors Asset Management, de acuerdo con información que ella misma proporcionó en su hoja de vida en 2006, cuando postuló como congresista de la República por la coalición fujimorista Alianza para el Futuro. Según los archivos de Infogob, en esa elección obtuvo 602,869 votos, siendo la candidata parlamentaria con el mayor respaldo. Además, a sus 30 años, era la más joven de la lista de congresistas electos.
Candidata presidencial
Antes de terminar su periodo como legisladora, Keiko Fujimori buscó su vigencia en la política peruana. El 22 de julio de 2009, fundó el partido Fuerza 2011 (ahora, Fuerza Popular), el cual inscribiría el 9 de marzo de 2010 para luego iniciar su primera campaña presidencial. La intención resultó en derrota. Quedó fuera tras la segunda vuelta contra Ollanta Humala en las elecciones generales de 2011.
Volvió a intentarlo en 2016 pero, al igual que Humala, Pedro Pablo Kuczynski le ganó la presidencia luego de un segundo proceso electoral. En total, entre primeras y segundas vueltas, la presidenta del partido naranja ha saboreado cuatro veces la posibilidad de un mandato.
Pese a perder las generales, su organización política nunca se ha quedado atrás en votos parlamentarios. Fuerza 2011 alcanzó 37 escaños y se convirtió en la segunda bancada más numerosa en 2011 después del partido de Humala, Gana Perú. Para 2016, Fuerza Popular llegó a ser mayoría en el Legislativo con 73 parlamentarios electos. El partido de gobierno de Kuczynski, Peruanos por el Kambio, apenas obtuvo 18 escaños. No obstante, la fortaleza de Fuerza Popular no duraría mucho.
Investigada y presidenta de un partido alicaído
Casi a fines de 2016, tras anunciarse como una bancada de enorme poder de decisión en el Legislativo, Fuerza Popular sufrió sus primeras bajas. Desde Yeni Vilcatoma y Patricia Donayre hasta el propio Kenji Fujimori -hermano de Keiko- y Francesco Petrozzi, el partido de la mayor de los Fujimori ha perdido trece congresistas.
La detención preliminar (que en total duró siete días) de Keiko y otras 17 personas por orden del juez Richard Concepción Carhuancho el 10 de octubre pasado fue el inicio de un desmoronamiento mayor.
El 24 de octubre, José Chlimper Ackerman, renunció a la secretaría general de la organización. Ese mismo día, el parlamentario fujimorista Rolando Reátegui informó que ha contado “toda su verdad” a la Fiscalía. También sugirió que Fuerza Popular tenga a otra persona en la presidencia. Estos dos últimos acontecimientos se dieron en paralelo al desarrollo de la audiencia por el pedido de 36 meses de prisión preventiva que formuló el fiscal Pérez contra Keiko Fujimori y otras diez personas.
Como se recuerda, el partido naranja es investigado desde 2016, cuando la Fiscalía de Lavado de Activos detectó inconsistencias en el financiamiento de su campaña de 2011. Al inicio, las indagaciones estuvieron a cargo del fiscal Germán Juárez Atoche. Para setiembre de 2017, el Ministerio Público designó a José Domingo Pérez como líder de las pesquisas.
En concreto, Pérez Gómez argumenta que Fujimori encabezó una organización criminal que tuvo como fin lavar dinero proveniente de Odebrecht. Estos activos -ascendientes a 1 millón 200 mil dólares- habrían sido entregados por la empresa brasileña como aportes de campaña y la presunta organización los habría disfrazado como ganancias de actividades pro-fondos.
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