Mark Lucovsky ha visto cómo Google ha despedido a cientos de trabajadores de la división de realidad aumentada y ha sufrido de los cambios de dirección en este camino.
El jefe de sistemas operativos del equipo de realidad aumentada de Google, Mark Lucovsky, abandonó la empresa luego de denunciar “compromiso y visión inestable” por parte de la empresa.
De acuerdo con el desarrollador, la empresa cambió múltiples de veces la dirección del proyecto de realidad aumentada, además que despidió a cientos de trabajadores de esta división, decisiones que contribuyeron en su salida.
Polémicas e inestabilidad
A través de un tuit, Lucovsky habló de su alejamiento de Google.
“Decidí dejar mi puesto en Google, donde era director sénior de ingeniería, responsable del sistema operativo y la plataforma de software para dispositivos AR y XR. Los cambios recientes en el liderazgo de AR, el compromiso y la visión inestable de Google han pesado mucho en mi decisión”, señaló.
La decisión tomada es el resultado de una serie de acciones negativas para su trabajo por parte de la empresa.
Hace semanas, Google despidió a cientos de trabajadores del equipo de realidad aumentada, provocando así también la renuncia del jefe de realidad virtual Clay Bavor. En junio, un informe de Insider indicó que Google había renunciado a sus planes de construir lentes de realidad aumentada, cuyo nombre en código era Proyecto Iris. También se suspendió la edición empresarial de Google Glass.
Lucovsky inició sus labores en Google en 2021 tras cuatro años como gerente general de Oculus VR.
“En el futuro, estoy ansioso por explorar oportunidades que me permitan avanzar aún más en la tecnología de realidad aumentada y su intersección con la IA generativa. Me acerco al próximo capítulo con entusiasmo y anticipación por las emocionantes posibilidades que se avecinan”, finaliza.
El hardware para otros
Google seguirá enfocándose en el software, dejando para un futuro competir en el desarrollo de productos de hardware. Por ejemplo, el trabajo de Lucovsky será aprovechado en una plataforma XR junto con Samsung y Qualcomm.
El mercado de la realidad aumentada parece estar destinada para otras empresas, con Google fracasando múltiples veces con este tipo de dispositivos.
Meta compró precisamente a Oculus para poder comercializar sus propias unidades enfocadas a la realidad virtual y mixta, con los Meta Quest ahora en su tercera generación.
Pese a la existencia de otras marcas como Pico, la más fuerte competidora será Apple, quien anunció hace poco sus lentes Vision Pro, prometiendo multitareas en nuestros ojos, intentando aprovechar así su enorme ecosistema de trabajo. Lo que sí es un inconveniente es el precio, con unidades desde 3500 dólares a su salida.
Con el retroceso en el avance del “metaverso”, las compañías han relajado sus esfuerzos en este campo tecnológico para mudarse al de la inteligencia artificial. Pese a ello, el futuro aún es prometedor y existe un objetivo clave: crear lentes de realidad aumentada lo suficientemente buenos y del precio correcto para su adopción masiva en los mercados.
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