Una nueva patente de Xiaomi propone una tecnología que le permite a un teléfono retirar la pantalla del cuerpo del equipo y seguir usándola para cierto tipo de tareas.
Las patentes tecnológicas no significan, necesariamente, un equipo en desarrollo. Sin embargo, nos dan una idea de los pasos a futuro que la tecnología aplicada a equipos móviles puede tomar para encontrar una nueva oportunidad, como han significado hasta ahora los dispositivos de pantalla flexible. Una reciente patente de Xiaomi nos muestra un camino extraño, pero interesante.
Este registro fue inscrito en la oficina de patentes de China (CNIPA) bajo el concepto de “teléfono de dos componentes” y muestra un equipo con pantalla removible. Sí, al celular se le puede quitar la pantalla.
Vamos por partes. Durante años, las empresas de tecnología han buscado adaptarse al concepto de “modularidad”. Motorola fue una de las abanderadas al desarrollar, junto a Google, el famoso y extraño “Project Ara”, un intento que nunca llegó a producto final, pero que sirvió para conocer las posibilidades de la perspectiva “lego” en la construcción de un smartphone.
Con ese aprendizaje, Motorola y LG decidieron plasmar productos comerciales con características modulares, aunque sin mucho éxito. Por el lado de LG, el tristemente célebre LG G5 fue el primero y el último que intentó añadir piezas intercambiables a un teléfono. Hoy, pese a eso, tenemos equipos con dos pantallas desarrollados por la surcoreana.
En el caso de Motorola, su famoso sistema de pines en la extinta línea Z le permitió añadir módulos de distinta naturaleza a las cuatro generaciones desarrolladas: cámaras, parlantes, baterías externas, mandos de videojuego y hasta proyectores fueron diseñados aquí.
Volvamos a la patente de Xiaomi, obtenida por LetsGoDigital. Esta pantalla cuenta con un sistema de pines que la vincula al resto del equipo para funcionar sin problemas, reemplazando el largo “flex” desde la placa y reemplazándolo por un conector simple.
Al retirar el panel, la patente registrada muestra una cámara delantera que, al parecer, permanecerá oculta bajo la pantalla y así no estorbar en el campo de visión del usuario. Sin embargo, la patente señala que la pantalla podría funcionar sin necesidad de estar adjunta al equipo, y cumplir ciertas funciones.
Seguramente la pantalla sola podría servir para revisión de mensajes o tareas menos complejas, pero ya nos da una idea de la necesidad de un procesador bajo ese panel, además de un mínimo almacenamiento para echar a andar un software.
Soñar tiene un costo: la patente. Xiaomi lo sabe y, por eso, acostumbra a registrar estas ideas que podrían llegar a ser un futuro éxito en ventas. También podría ser una idea sin llevar a cabo, pero si alguien la hace ya podrá cobrar por ella.
Comparte esta noticia