El Consejero Médico de RPP Noticias, Elmer Huerta, explica que conociendo estos tres niveles de efectos de un fenómeno natural, se pueden prevenir los daños.
Hace 11 años un gran terremoto sacudió el sur costeño en la región de Ica. El movimiento sísmico afectó las construcciones y mató cientos de personas en ciudades como Cañete, Ica y Chincha. Ahora el norte del país ha sufrido un nuevo movimiento sísmico de gran magnitud.
En ese contexto, el Consejero Médico de RPP Noticias, Elmer Huerta, informó en el programa "La Rotativa del Aire" sobre un reciente estudio publicado en la revista científica The Lancet que demuestra que un terremoto produce tres “olas de muerte” o momentos que tienen impactos fatales en la población.
Dicha investigación se basa en otros estudios sobre diferentes movimientos sísmicos intensos en varias partes del mundo.
La primera “ola de la muerte” se conoce como instantánea, y se presenta en el momento justo del desastre, cuando se caen las casas y las personas mueren. Aquí las muertes de las personas más comunes son el aplastamiento de la cabeza y de la columna vertebral que, justamente, producen la muerte instantánea.
Luego de las primeras horas del terremoto (entre 24 a 48 horas), se da la “segunda ola” y su número de muertos depende de cuan preparado esté el sistema de salud en el lugar del desastre. ¿Por qué? Porque muchas personas que sobrevivieron al gran sismo tienen fracturas expuestas, traumatismos encefalocraneanos, traumatismos cerrados en el abdomen, estallamiento de riñones y estos daños pueden empeorar con el trascurrir de las horas.
“Se debe evitar el aglomeramiento excesivo en los hospitales. Se ha visto en experiencias de otros países donde se ven fracturas expuestas y severos traumatismos encefalocraneanos con solo una crisis de nervios que le dio a la señora obviamente por el terremoto y está haciendo cola en el mismo lugar”, explica el doctor Huerta.
La “tercera ola” se produce a la semana u dos semanas luego del terremoto. Cuando comienzan las complicaciones de los sobrevivientes de los dos primeros momentos fatales.
En esta ola los afectados son los que tuvieron traumatismo y el riñón se les infecta poco a poco, o los que tienen golpe en la cabeza y los daños se producen a dos semanas, también las personas que tienen infecciones que se producen en las heridas operatorias.
“(Esta última ola significa una) carga enorme del sistema de salud de todos los sobrevivientes, pero recién en la tercera, cuarta semana luego del terremoto”, sostiene Huerta.
Para poder prevenir las tres olas fatídicas producto de un gran movimiento sísmico, el Consejero Médico de RPP Noticias afirma que “(para la primera ola) debemos saber cómo salir de la casa, que tengamos la mochila de emergencia, que se hagan construcciones sólidas, esto entra en el terreno de políticas de construcción y prevención; (para la) segunda, (estar atentos) a las 24 a 48 horas con los sobrevivientes; y la tercera, a largo plazo, ya que produce una enorme carga en un sistema de salud que no está preparado”.
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