¿Sabías que los pequeños con anemia no completan su crecimiento cerebral de manera normal? Te contamos cómo esto afecta a su desarrollo académico y profesional.
La anemia infantil, lamentablemente, se erige como una sombra persistente en la salud de los niños en muchas partes del mundo, incluyendo el Perú, donde afecta a 4 de cada 10 infantes según datos de la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (Endes) del INEI.
La anemia infantil es un desafío que trasciende lo físico, dejando huellas profundas en el desarrollo cognitivo de los más pequeños. Inclusive, puede socavar el potencial educativo de toda una generación y afectar la productividad de la fuerza laboral de todo un país.
Tres graves consecuencias de la anemia infantil
La Dra. Ana Ramos, directora médica de Pacífico Salud, señala que estudios internacionales evidencian una disminución del coeficiente intelectual, alteraciones en memoria, aprendizaje, atención y funciones cognitivas hasta una década después de corregida la deficiencia de hierro en los niños.
Algunas de las principales consecuencias de la anemia infantil no tratada son:
1. Impacto en el desarrollo cognitivo
La anemia puede afectar negativamente el desarrollo cerebral, llevando a problemas de aprendizaje, memoria, atención y coeficiente intelectual más bajo. Esto puede persistir a lo largo de la infancia e incluso afectar el rendimiento académico a largo plazo.
“El neurodesarrollo exitoso del niño guarda estrecha relación no solo con la genética, sino también con una nutrición adecuada, además de un ambiente de estimulación que rodee al niño y mayor producción de sinapsis neuronales. La deficiencia de hierro antes de los 2 años afecta la formación de la mielina en las neuronas cerebrales y por ello las deficiencias en la cognición y rendimiento escolar de 4 a 19 años”, afirma la especialista.
2. Disminución de la capacidad de concentración
Los niños anémicos pueden tener dificultades para concentrarse, lo que afecta su capacidad para aprender y participar en actividades escolares. Esto puede impactar en su socialización y desarrollo emocional.
Al respecto, la Dra. Ramos indica que la anemia es una enfermedad que cuando es leve no presenta muchas manifestaciones; pero conforme se acentúa se pueden observar algunos cambios en el comportamiento del niño, bajo rendimiento escolar y poca energía.
3. Pérdida de productividad y oportunidades futuras
La anemia puede influir en el rendimiento laboral debido a las limitaciones cognitivas y físicas que genera en la niñez. Esto puede llevar a una menor productividad y, en consecuencia, a una pérdida de oportunidades laborales y reducción de ingresos a lo largo de la vida.
De acuerdo con el estudio “Reversing productivity losses from iron deficiency: the economic case” del Banco Asiático de Desarrollo y UNICEF, los efectos directos de la anemia sobre la productividad se encuentran en la capacidad de realizar trabajos físicos y de obtener ingresos. Los resultados arrojan pérdidas de entre 10% y 17% en los salarios para aquellos con deficiencia de hierro que realizan trabajos moderadamente activos y físicos pesados, respectivamente.
¿Qué podemos hacer para enfrentar la anemia infantil?
Para abordar la anemia infantil, es esencial implementar acciones preventivas y de tratamiento. La promoción de una alimentación rica en hierro es fundamental; esto implica incluir alimentos como la carne roja, hígado, legumbres, espinacas y cereales fortificados en la dieta diaria de los niños.
Al mismo tiempo, es crucial fomentar controles médicos regulares, donde se realicen pruebas para detectar la anemia a tiempo y se administre el tratamiento adecuado, incluyendo suplementos de hierro bajo supervisión médica.
Por último, la Dra. Ramos sugiere que, como parte de las medidas preventivas, se eduque a padres, cuidadores y profesionales de la salud sobre la importancia de identificar los signos tempranos de la anemia y cómo actuar rápidamente, implementando una alimentación saludable y evaluaciones médicas regulares.
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