La Tarumba es un emprendimiento cultural que fusiona el teatro, con el circo y la música, y que evolucionó de un grupo de teatro callejero de 3 artistas, hacia una exitosa institución de interés cultural para el Perú, que recibe a más de 100 mil espectadores al año en sus carpas. El éxito de La Tarumba radica en una propuesta artística basada en nuestra identidad que ha conectado con el público, así como una buena gestión empresarial.
Silvestre Ataucusi es un reconocido artista del retablo ayacuchano quien, ante la preocupación de que desaparezca este importante legado, creó junto con su hijo Jhon “La Casa del Retablo”. Esta innovadora propuesta ofrece una experiencia vivencial en donde el visitante puede aprender a elaborar un retablo, conocer el museo y, además, alojarse en la zona y conectarse con su historia, población y cultura. En 2018, fueron reconocidos con el segundo puesto en el VIII Premio Nacional de Diseño de la Artesanía Peruana, en la categoría de Negocio Innovador.
Pero, ¿qué tienen en común estos emprendimientos exitosos? Pues, ambos están basados en la creatividad y pertenecen a las industrias creativas, las cuales comprenden diversas actividades económicas que transforman las buenas y grandes ideas en bienes y servicios. Además, integran la creación, gestión y comercialización de estos bienes y servicios a partir de contenidos de carácter cultural.
En Perú, las actividades creativas y culturales significan el 1,58% del PBI, lo que resulta valioso si es comparado con otras industrias. Sin embargo, todavía queda camino por recorrer si nos comparamos con países como Colombia, donde esta industria significa el 3.4% de su PBI, o en México donde es alrededor del 3.21%. Pero el objetivo se vuelve mucho más ambicioso si nos comparamos con el 7.3% de Gran Bretaña, donde los negocios creativos están creciendo tres veces más rápido que cualquier otro sector de la economía británica.
En ese sentido, en Perú es fundamental prestar atención a las industrias con orientación a la creatividad, ya que tenemos un patrimonio cultural de gran riqueza que no debemos desaprovechar. Contamos con numerosos casos de buena gestión empresarial y cultura emprendedora que debemos tomar como referencia si queremos potenciar esta industria. Tenemos todos los ingredientes para el éxito, por lo que debemos apostar en desarrollar soluciones novedosas que permitan dinamizar el mercado y que sean un motor del desarrollo económico y social en el país.
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