El sector minero en el Perú es uno de los pilares de la economía peruana y sus exportaciones. La minería aporta un 20% de los ingresos fiscales, contribuye alrededor del 15% del Producto Bruto Interno nacional y representa el 60% de las exportaciones. Además, somos el segundo productor mundial de plata y cobre y el sexto de oro.
Pese a esto, es una actividad cuestionada por algunos sectores de la opinión pública, generando protestas que muchas veces han terminado en la postergación o, en muchos casos, el cierre de proyectos importantes.
Con motivo de la última convención minera, PERUMIN, en septiembre del presente año la Universidad Tecnológica del Perú realizó una encuesta entre los participantes de evento acerca de las buenas prácticas que se aplican en la minería responsable.
En esta convención, considerada la segunda más grande del mundo, los participantes en esta encuesta destacaron que, dentro de las tareas más importantes realizadas por sus respectivas empresas, sobresale su orientación al cuidado por el medio ambiente.
Preguntando acerca de los factores de éxito para implementar buenas prácticas en la minería formal, el 40% consideró fundamental el compromiso de la alta dirección, el 15% optó por el compromiso de los colaboradores y proveedores, el 14% apuntó a la implementación de nuevas formas y canales de comunicación con las autoridades, comunidad y sociedad, mientras que el 13% eligió la capacidad de reaccionar ante incidentes medioambientales. Por lo tanto, el compromiso de los líderes, cuidado del medio ambiente y una adecuada comunicación con los stakeholders son los pilares para construir estas buenas prácticas.
Los encuestados sobre las buenas prácticas implementadas también revelaron cuáles de sus labores era más importante compartir. El 27% señaló que la protección del medio ambiente era la más importante a difundir con el sector, en tanto el 24% se inclinó por la seguridad y salud ocupacional, el 23% apuntó a la relación con los stakeholders y el 13% indicó el manejo adecuado de los recursos naturales. Se nota claramente un compromiso medioambiental por parte de quienes dirigen las principales empresas del sector.
Finalmente, al consultar cuál es el principal impacto que ha generado en sus empresas la implementación de estas buenas prácticas, la mitad consideró que es la mejora en las condiciones de trabajo y vida de los colaboradores, el 29% señaló que es minimizar el impacto sobre el medio ambiente y las comunidades y el 12% considera que se ha mejorado la reputación corporativa.
El reto de la minería formal es muy grande. Por un lado, es necesario seguir generando divisas e ingresos por tributos al país, así como generar la confianza de los inversionistas internacionales, y por el otro, es importante lograr la confianza de la población y de sus dirigentes con la finalidad de obtener la licencia social para poder ejecutar los grandes proyectos.
La sostenibilidad del sector se sustenta no solo en un adecuado manejo medio ambiental y en contribuir al desarrollo de las regiones en las que opera, sino también en lograr una adecuada comunicación con las comunidades, ganando la confianza de las mismas.
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