Son veinticuatro los Demócratas que quieren sacar a Donald Trump de la Casa Blanca, cinco de ellos mujeres. Números, sin lugar a duda, históricos que reflejan a un Partido Demócrata dividido camino a otra derrota en las elecciones del año 2020.
En esta muchedumbre destacan cuatro candidatos: Joe Biden, Bernie Sanders, Kamala Harris y Elizabeth Warren. Harris y Warren salieron victoriosas de los primeros debates. A Harris le han cuestionado su negritud y su record progresista como Fiscal General del estado de California. Ello, sin embargo, no ha evitado su ascenso en las encuestas. A Biden le fue muy mal en el debate por las duras críticas de Harris. A pesar de su clara vulnerabilidad, el ex Vicepresidente le va muy bien en las encuestas y en la recolección de plata, que es lo que realmente cuenta. Bernie no parece encantar como el 2016 con su discurso “socialista”. Otros candidatos como Pete Buttigieg y Beto O´Rourke arrancaron con fuerza, pero se han ido desinflando. Buttitieg no atrae a las minorías y O´Rourke se dejó engañar por su buen desempeño en las elecciones senatoriales de 2016. El Senador Cory Booker y el Alcalde de la ciudad de San Antonio Julian Castro están en la sombra a la espera de un repunte que no llega, pero no los descarten, que habrá que tener un candidato a la vicepresidencia. El resto de los candidatos hacen bulto.
Mientras tanto, Trump nunca ha dejado de estar en campaña. A pesar de los escándalos, de los abusos de poder, del nepotismo, del sexismo, del racismo, del matonismo, de la ineficiencia y la corrupción ha logrado mantener el apoyo del núcleo de sus votantes. Esto no habla muy bien de por lo menos una tercera parte de la población estadounidense y en especial, del sector evangélico. Con la economía en alza pareciera encaminado a otra victoria, lo que sería desastroso para Estados Unidos y el resto del mundo. Habría que ver si se deja arrastrar por Bolton y Pompeo a una agresión contra Irán, lo que hasta ahora ha evitado en una muestra poco usual de sensatez.
En fin, hasta ahora pareciera que nadie puede derrotar a Donald Trump. Qué pena.
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