Cuando en diciembre de 2019, la Asamblea General de las Naciones Unidas decidió declarar el 2021 como Año Internacional de la Economía Creativa para el Desarrollo Sostenible, las noticias que provenían de Wuhan, China, sobre la aparición de un nuevo virus, no nos hizo imaginar la pandemia que hoy estamos viviendo. Sin embargo, la proclamación de la ONU no cae en saco roto; por el contrario, en medio de una crisis mundial de esta envergadura, la creatividad es una herramienta clave para ayudarnos a salir adelante con soluciones excepcionales.
La economía creativa implica actividades que, de forma interconectada, permiten que las ideas se conviertan en bienes y servicios. El talento se transforma en capital mediante proyectos que tornan la creatividad en acciones productivas. Así, por ejemplo, según el informe Investing in Creativity de la UNESCO, las industrias culturales y creativas son las que más emplean a jóvenes de 15 a 29 años en el mundo, con 30 millones de puestos laborales. En tanto, aquí nomás, en Colombia, la fuerte promoción del sector ha permitido que aporte al PIB más que el sector eléctrico y que genere más empleo que los bancos.
Tomando esto como referencia, en estos meses hemos sido testigos de cómo la reinvención de diversas industrias (gastronómica, cultural, entretenimiento, moda, comunicaciones, entre otras), ha ayudado a contener la crisis de alguna manera. No obstante, para potenciar el alcance de lo que la creatividad puede solucionar en esta nueva normalidad, toca promoverla mediante un trabajo articulado entre la academia, el sector empresarial y el Estado.
En línea con ello, según el informe La pandemia pone a prueba la economía creativa, elaborado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), para reactivar esta industria se necesitan medidas laborales y financieras que apoyen a los trabajadores del sector, fomentar la innovación y crear redes colaborativas entre los creadores y los sectores público y privado. Asimismo, este informe destaca la importancia de seguir motivando la digitalización de los modelos de negocio.
La vacuna ha llegado, pero todos sabemos que aún falta mucho para salir de esta crisis y que hacia el 2022 el mundo será otro, diferente al que dejamos a principios del 2020. Para que los próximos meses y ese nuevo mundo sean mejores, debemos seguir esforzándonos en promover la creatividad e innovación desde nuestros espacios, articuladamente. Trabajemos juntos para que el nombre que la ONU le puso a este 2021 no sea un simple dato de Wikipedia, sino que nos impulse a entender la economía creativa como la gran apuesta de la vida actual y futura de nuestro país y el mundo.
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