Con más de cinco décadas de trayectoria en teatro, televisión y cine, Rodolfo Carrión, el entrañable Felpudini, dejó una huella en la comicidad peruana. En este perfil, recordamos su historia, sus icónicos personajes y cómo se convirtió en un referente del humor.
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Rodolfo Carrión, o simplemente Felpudini, para todos aquellos que crecieron viendo sus ocurrencias en la televisión, nació el 9 de abril de 1949 en Anta, Áncash, un pequeño rincón del Perú, pero el destino le tenía reservado un lugar en el corazón de todo un país. Después de una larga lucha contra el cáncer de pulmón, nos dejó el 26 de septiembre de 2024, a los 75 años, en Lima, en medio del recuerdo cálido de quienes alguna vez rieron con él.
Creció en Huaraz, rodeado de montañas y bajo la sombra de la tragedia. En 1970, cuando el gran terremoto azotó Áncash, él fue uno de los sobrevivientes, pero no salió ileso. En el desastre, perdió a su primera pareja sentimental, una herida que lo marcaría profundamente. Con el corazón roto y el alma decidida, se trasladó a Lima a los 19 años para empezar de nuevo. Era 1972 cuando, con la guía del maestro Ernesto Ráez Mendiola, Rodolfo dio sus primeros pasos en el teatro.
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El éxito de Felpudini en la televisión
Para 1978, la televisión peruana le abrió las puertas y lo recibió con los brazos de la comicidad. Fue Carlos Oneto, mejor conocido como Pantuflas, quien lo llevó a Panamericana Televisión, donde posteriormente integraría el elenco del programa Risas y Salsa, un espacio que se convertiría en la cuna de su éxito.
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Durante más de una década, Rodolfo hizo reír a miles, junto a leyendas como Adolfo Chuiman, Guillermo Rossini y Nancy Cavagnari. Sin embargo, su vida cambió para siempre cuando conoció a Analí Cabrera, la hermosa vedette con la que compartió escenas en el icónico sketch El Jefecito. Entre risas y trabajo, nació el amor, y en 1982 se casaron. Ocho años después, el matrimonio llegó a su fin con su divorcio.
Con el éxito de El Jefecito llegó su propio programa. En 1987, se estrenó la serie cómica con un elenco conformado por Analí, su entonces esposa, Antonio Salim, Rodolfo Carrión y Mabel Duclós. Fue allí donde consolidó a Felpudini, el torpe y simpático secretario de Federico Lancelotti, un personaje que le otorgaría el nombre con el que trascendería generaciones.
Años después, en una entrevista con Perú.21, en agosto de 2019, Carrión reconoció que, aunque interpretó muchos otros personajes a lo largo de su carrera, "la sombra de Felpudini los ha desdibujado". Sin embargo, agregó: "En términos artísticos, es una carga, pero, por el cariño de la gente, es una bendición, un milagro".
Una carrera de más de cinco décadas
Tras su éxito en Risas y Salsa, Carrión continuó su carrera en diversos programas humorísticos como El enchufe y JB Noticias. Su talento lo llevó también a las teleseries. En 2001, fue parte del exitoso Mil oficios, donde dio vida al Dr. Jaime Matallana; al año siguiente, hizo una aparición especial en Así es la vida como Lord Valdomero. En 2008, asumió un papel distinto al interpretar al cantante Eusebio Chato Grados en la miniserie Nacida para triunfar.
Tres años después, regresó a la comedia con El especial del humor (2011-2014), seguido de La paisana Jacinta (2014), JB en Willax (2015) y El wasap de JB entre 2017 y 2020. Este último fue su trabajo final como actor en la televisión, donde, una vez más, demostró su indiscutible talento para la comedia.
Aunque su carrera en televisión fue la más destacada, Rodolfo Carrión también incursionó en la pantalla grande. Su debut cinematográfico llegó en 2014 con la comedia Macho peruano que se respeta y continuó con pequeñas pero notables participaciones en películas como Asu Mare 3 y La peor de mis bodas 2. En 2023, interpretó a Anacleto en la película Soy inocente, su último rol en el cine.
El adiós a un grande
La partida de Rodolfo Carrión deja un vacío en la comedia peruana, pero su legado de risas y momentos inolvidables seguirá presente. "Nunca dejo entrar al viejo en mi casa. El día que lo dejas entrar, se queda", dijo alguna vez en una entrevista a Magaly TV, La Firme, reflejando su energía siempre positiva y su deseo de mantenerse activo hasta el final.
Hoy, despedimos a Felpudini, una de las figuras más queridas del humor peruano, quien, sin duda, seguirá siendo recordado por sus inolvidables frases y esa chispa que regaló a todo un país. Con su partida, se cierra una etapa de la televisión, pero lo que nunca se cerrará es el capítulo que escribió con risas y alegría.
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