En diálogo con RPP, Clemente Baena Soares indicó que ha mantenido reuniones no solo con autoridades nacionales, sino con alcaldes de diversos municipios.
El embajador de Brasil en Perú, Clemente Baena Soares, aseguró haber tenido reuniones con autoridades nacionales y locales, de cara a la gran final de la Copa Libertadores, que disputarán este sábado los clubes Palmeiras y Flamengo.
En diálogo con RPP, el diplomático dijo haber buscado tener una “relación estrecha” con representantes de distintas entidades, así como con alcaldes de diversos municipios de la capital, a fin de garantizar la seguridad de sus connacionales.
“Eso es un gran evento que tenemos ahí el sábado próximo y, para tanto, estamos teniendo varias reuniones con las autoridades peruanas involucradas en todos los aspectos del partido”, manifestó.
“Tuvimos ya dos reuniones acá con Migraciones, con Sunat, con la PNP, incluso con la Municipalidad de Miraflores, Barranco y San Isidro. Y todo eso, todas las autoridades, para que tengamos una buena relación estrecha, para que tengamos que todos los brasileños tengan la seguridad y la tranquilidad para estar presente en el partido de sábado”, sentenció.
El embajador destacó que, a falta de dos días para la gran final de la Libertadores, ya son más de diez mil sus connacionales que han llegado al Perú. “Son dos equipos que tienen una proyección nacional muy grande”, resaltó, en referencia a los protagonistas de los protagonistas del duelo del sábado.
Noticias, entretenimiento en vivo, debates intensos sobre fútbol y más. ¡Entra ya! 👇
Flamengo y Palmeiras, ya en Perú
Los planteles de Flamengo y Palmeiras ya se encuentran en Perú, para disputar la final de la Copa Libertadores 2025, que se disputará en el Estadio Monumental de Ate.
La primera delegación en llegar fue el Palmeiras, que arribó a Lima la tarde del martes. Apenas tocaron suelo peruano, los jugadores y cuerpo técnico se dirigieron a su hotel de concentración, en San Isidro.
Horas después, por la noche, llegó el plantel de Flamengo. Los representantes del cuadro de Río de Janeiro se hospedaron en un hotel de Miraflores.
En ambos casos, las delegaciones fueron recibidas en sus hoteles de concentración por cientos de fanáticos, que con arengas y cánticos mostraron el respaldo a sus equipos.