En 2026 los peruanos volverán a las urnas por partida doble al estar programadas las elecciones presidenciales y las elecciones regionales y municipales y, según el JNE el ausentismo electoral va en aumento desde el 2006. Expertos analizan los pro y los contra de una posible implementación del voto voluntario en el Perú.
Elecciones
Elecciones 2026: ¿existen las condiciones para que el voto sea voluntario?
Durante el 2026 los peruanos participarán de dos procesos electorales: las elecciones presidenciales y congresales estimadas a desarrollarse en abril y, por otro lado, las elecciones regionales y municipales programadas para octubre de ese mismo año. De haber una segunda vuelta en ambos procesos, millones de electores tendrán que acudir a las urnas hasta en cuatro oportunidades para elegir a sus representantes.
Según información del Jurado Nacional de Elecciones (JNE) el ausentismo electoral en el país va en aumento. Esto se demuestra con el número de peruanos que no han asistido a votar en los procesos electorales de los últimos dieciséis años. El ejemplo más claro lo vemos en las Elecciones Regionales y Municipales donde, desde el 2006 hasta el último proceso llevado a cabo en el 2022, aumentó el porcentaje de ausentismo, llegando en las últimas elecciones a un récord del 23%.
Mientras tanto, durante las elecciones presidenciales del 2021, que estuvieron marcadas por la emergencia de la Covid-19, se reportó un 29.9% de electores hábiles que no acudieron a votar en ese año, porcentaje que representa un aproximado de 7,5 millones de personas, según la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE).
Si cada vez menos peruanos acuden a las urnas, ¿el voto en el Perú debería dejar de ser obligatorio y pasar a ser voluntario?
Te recomendamos
Diferencias económicas y geográficas
La politóloga Zaraí Toledo señaló a El Poder en tus Manos que, para evaluar un voto voluntario, se deben tomar en cuenta las distancias geográficas que existen entre las diferentes regiones del país, ya que la falta de conectividad vial y de transporte sería un obstáculo para la población de zonas alejadas. A esto se le agrega que se correría el riesgo de que las campañas electorales no lleguen a los peruanos que viven en zonas remotas, agregó.
“No tenemos partidos que tengan los recursos para cubrir todo el territorio, entonces si el voto es voluntario, [las campañas] solo se van a concentrar en zonas altamente pobladas y van a dejar de lado a la gente que están en zonas alejadas. Para mi, en este momento, el voto obligatorio todavía es el camino", opinó.
Un reporte del Jurado Nacional de Elecciones (JNE) denominado “Perfil Electoral Nº 10: Análisis de resultados de las Elecciones Regionales y Municipales 2022”, arrojó que “desde el 2010, a nivel regional, Loreto tiene la proporción más alta de ausentismo”. Esta región presentó un 33.5% de inasistencia de su población a votar, convirtiéndose en el nivel histórico más alto.
Según el JNE, a nivel regional, el ausentismo es mayor en el oriente debido a la “difícil accesibilidad de los locales de votación para algunos votantes”, mientras que los niveles más bajos de ausentismo se encuentran en el sur del país.
Te recomendamos
El riesgo de las economías ilegales
Para el politólogo Fernando Tincopa del Centro Wiñaq, con un voto voluntario existe el riesgo de una baja participación al momento de ir a votar. Eso llevaría a que las autoridades resulten elegidas por grupos reducidos de votantes sin gozar de representatividad. Detrás de esas candidaturas con poca legitimidad, podrían estar interesadas las economías ilegales, añade.
"Si menos gente vota, son menos los que terminan escogiendo a los representantes y para regiones como Madre de Dios, por ejemplo, en donde la minería ilegal tiene una alta incidencia, esto podría ser más rentable y atractivo para las economías ilegales: los grupos de poder informal pueden financiar candidaturas porque saben que, con una cantidad muy pequeña de votos, podrán lograr una curul en el Congreso a través de un mal político que responda a sus intereses”, explicó.
Agregó que, hoy por hoy, el voto voluntario en el país no reúne las condiciones para ser una realidad aunque suene atractivo o sea de aceptación entre la ciudadanía.
¿Es posible un ensayo de voto voluntario?
El analista político Jeffrey Radzinsky no rechaza que la posibilidad de que, por lo menos, el voto voluntario sea puesto a prueba.
"Yo estoy a favor del voto voluntario asumiendo los riesgos que implica la posibilidad de que haya mucho ausentismo. La implementación del voto voluntario tiene que ser paulatina, no iniciarla a la vez en todos los procesos electorales. Hay experiencia internacional para poder fundamentar y discutir los argumentos que existen a favor y en contra", dijo.
Agregó que probar un mecanismo o modalidad de votación diferente es algo que sí puede hacerse, porque aún con el voto obligatorio, el financiamiento público de partidos y muchas otras leyes de reforma a nivel político, la calidad de la democracia ha seguido deteriorándose, por ende "algunas cosas distintas hay que hacer".
“Tenemos que seguir probando cuestiones o mecanismos que van más allá del marco legal que tenemos ahora”, expresó.
Más allá de las diferencias, los expertos coincidieron en que, para que el voto sea voluntario, se necesita que la ciudadanía se empodere para lograr una mejor cultura política. Desde el Estado se necesita una política efectiva que concientice a los ciudadanos sobre la importancia de elegir a nuestros representantes emitiendo un voto realmente informado.
Comparte esta noticia