RPP Noticias entrevistó al médico ginecólogo Luis Noriega que asistió a la pareja chilena en la maternidad subrogada. Por un vacío legal los esposos fueron acusados por el Poder Judicial por el presunto delito de trata de personas.
La Primera Sala Penal de Apelaciones del Callao ordenó que la pareja chilena conformada por Jorge Tovar y Rosario Madueño obtenga la liberación inmediata al abandonarse la tesis judicial de que habían cometido el delito de trata de personas, esto debido a que gracias a la prueba de ADN o prueba de paternidad se demostrara la filiación de la familia con los dos bebés concebidos en un vientre de alquiler.
¿Cómo así llego la pareja del país vecino al Perú y en qué consiste este método de reproducción asistida que ocasionó tanto revuelo? El médico ginecólogo especializado en reproducción humana, Luis Noriega de la Clínica de Fertilidad Concebir, que asistió a la pareja de esposos en la maternidad subrogada, explicó para RPP Noticias que desde hace casi cinco años estuvieron apoyando a la pareja Tovar-Madueño para que finalmente tuvieran hijos.
“La pareja escoge nuestro centro porque indudablemente tiene un médico ginecólogo que los trata por seis a ocho años y cuando él considera que quiere pasar a altos niveles de complejidad nos la envía a nosotros”, explicó.
Debido a que su institución pertenece a la Red Latinoamérica de Reproducción Asistida y además encontrarse entre los tres a cuatro primeros centros de fertilidad más grandes de Latinoamérica, es que la pareja en cuestión se dirige a nuestro país, indica Noriega.
El ginecólogo señala que, a lo largo de los casi cinco años de acompañamiento, se ejecutó procedimiento de fertilización in vitro, diagnóstico genético, entre otros procesos, pero nada resultó y se optó por el útero subrogado, el cual es una forma de solucionar la infertilidad en mujeres que no pueden llevar un embarazo.
La dificultad para que Rosario Madueño fuera la madre biológica era mayor porque había sobrevivido a un cáncer de ovario, un cáncer de tiroide, incluso un aborto, informa Noriega.
Noriega afirma que el útero subrogado consiste en colocar el embrión y los espermatozoides de la “pareja biológica”, en este caso los esposos Tovar-Madueño, en un vientre receptor o vientre de alquiler, que sería el de la mujer peruana con quien habían tenido un convenio privado.
Sin embargo, previo a implantarse esos elementos al vientre, se tiene que realizar un diagnóstico genético, precisa el especialista en maternidad asistida.
Al juntar el embrión junto a los espermatozoides comienza una división celular de un día, que produce dos células; de dos días; cuatro células, y así sucesivamente. Cuando llega al quinto día, antes de implantarse al vientre, se le aplica “una biopsia con láser que es muy delicada a la zona de la placenta y luego de 21 días se obtiene un resultado si (el embrión) es cromosómicamente normal o no”, explica Noriega.
El embrión normal se coloca dentro de la señora del vientre de alquiler. Los otros se guardan por supuesto, agrega el ginecólogo.
Noriega apunta que “hay una mala interpretación de lo que es el útero subrogado que está por demás demostrado que no es ilegal”.
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