Para Marcos Alegre, consultor internacional en economía circular, el trabajo del Ministerio del Ambiente tiene que ser articulado con las municipalidades y las empresas deben fortalecer su labor para promover la economía circular.
En el Perú, la mitad de las 21 mil toneladas de residuos sólidos producidos al día termina en botaderos, ríos y lagos sin pasar por ningún tratamiento, según el Ministerio del Ambiente. A esto se le agrega que solo el 1% de estos residuos es recuperado, cuando el 70% podría serlo, lo que impactaría positivamente en la creación de nuevos emprendimientos, en generación de valor agregado, dinamismo de empleos y mejora de las condiciones y bienestar de los ciudadanos.
En esa línea, la promoción de la economía circular, como estrategia para reutilizar, reparar y reciclar lo que usamos, permite mejorar la productividad y cuidar el medio ambiente. Este concepto busca pasar de un modelo de producción económica lineal, basada en extracción, producción, consumo y descarte de los productos, a uno circular, que se enfoca en reciclar, reutilizar productos, evitar residuos sólidos y hacer uso más eficiente de la materia prima del planeta.
Para Marcos Alegre, consultor internacional y coordinador de economía circular del Grupo GEA, la economía circular es lo opuesto a lo que consideramos descartable. “Cuando compramos algo de tecnopor o de plástico no estamos haciendo economía circular. Hay una ley que prohíbe el uso de estos materiales, junto con las cañitas y las bolsas de plástico que, por la Covid-19 nos hemos relajado y olvidado de esta norma”, comenta en el programa Hablemos Sosteniblemente de RPP.
Si bien, la economía circular es, en primer lugar, reciclar, también se debe tener en cuenta la optimización de los recursos. “Cuando voy a la tienda o a la bodega y hago mis compras con un criterio eco-amigable [llevar tus propias bolsas o una botella reusable] estamos aplicando este concepto”, señala Alegre.
Mayor difusión y cambio de hábitos
El experto opina que se deben difundir más estas prácticas para cambiar nuestros hábitos. “Tenemos que olvidarnos de lo descartable y del plástico. Si este último no se lleva a un lugar adecuado, terminará en el mar y la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ya ha advertido que en el 2050 habrá más plástico que peces en el mar”, advierte.
Para ello, también debe haber un trabajo coordinado con las municipalidades. Existen incentivos por parte del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) a los gobiernos locales para que reciclen de forma clasificada, cuenta el experto. “Lo más importante es educar y trabajar desde las escuelas con los jóvenes y niños que van a ser el futuro del país porque esto implica un profundo cambio de conducta y eso se da con el tiempo”, considera.
Además, la industria también tiene que comprometerse en la generación y venta de productos más amigables con el medio ambiente, señala. “Tenemos un abanico de oportunidades, porque la demanda crece cada vez más. Ya hay negocios o cadenas grandes de tiendas que van por la moda sostenible o que venden productos de segunda”, indica.
De esta manera, podremos alcanzar a países como Colombia, que fue el primero que tuvo una estrategia nacional de economía circular, señala Alegre. “En el Perú tenemos una hoja de ruta de economía circular y estamos avanzando, pero falta más involucramiento de la industria. El MINAM es activo e involucra a otros ministerios en ello. El siguiente paso es bajar a las escuelas y a los municipios que, por ley deben tener planes de educación ambiental, por eso es importante cambiar el chip”, finaliza.
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