El Decreto de Urgencia publicado este jueves por el Poder Ejecutivo para la modernización y reestructuración de Instituto del Mar del Perú (IMARPE), ente científico encargado de estudiar las condiciones de los recursos marinos para la toma de decisiones de la gestión de la pesca, ha desatado una serie de objeciones y críticas por parte del gremio empresarial que argumenta una supuesta pérdida de autonomía. Muy al contrario, esta decisión, que ya caía de madura, fortalece la gobernanza, transparencia e institucionalidad en el sector pesquero.
Una de las principales reformas consiste en la forma de elección del presidente del Directorio de IMARPE, el cual hasta ahora era un alto oficial de la marina en retiro designado de forma discrecional, por lo que, al ser un cargo de confianza, podía ser removido según los vaivenes políticos. Ahora la elección se hará mediante un concurso público en base a méritos liderado por la Autoridad Nacional de Servicio (SERVIR). El argumento de politización de la entidad debido a este cambio es inconsistente, más bien la dotará de mayor autonomía, ya que el proceso de selección se hará en base a la trayectoria y credenciales académicas en la materia.
Esto permitirá que IMARPE, reconocido en el mundo por diversos organismos como la OCDE y FAO, fortalezca su calidad científica y mejore la transparencia en el sector.
Actualmente la información recabada con propósitos científicos con gran frecuencia no está a disposición de la sociedad de manera sistemática y ordenada ni en un formato conveniente, pese a los avances en esa dirección. Esto se vio reflejando en los resultados de un estudio elaborado por Oceana en 2017, basado en entrevistas a expertos y encuestas a 202 personas ligadas al sector pesquero, según el cual el 95% consideraba que la transparencia no se ejerce o se ejerce de forma parcial.
Esta reforma permitirá cambiar este panorama y mejorar la transparencia, la cual promueve la toma de decisiones responsables y reduce la incertidumbre y los riesgos inherentes a la actividad. Por ello, la transparencia en el ámbito pesquero es una exigencia de los mercados y una oportunidad para las empresas.
No se trata de una decisión descabellada, más bien es parte de las recomendaciones brindadas por la FAO en la auditoría a IMARPE realizada en el 2014, evaluación que, cuando fue anunciada, también fue rechazada por el sector empresarial bajo el mismo argumento de asustar a los mercados.
Con esta nueva estructura, el Consejo Directivo de IMARPE estará compuesto por el Presidente Ejecutivo y por representantes de una universidad, la Dirección de Hidrografía y Navegación de la Marina, un representante del Instituto de Investigaciones de la Amazonia Peruana (IIAP), un representante de CONCYTEC y dos científicos o profesionales elegidos por concurso público.
Esto implica convertir a IMARPE en un organismo civil, como ya sucede con otras entidades públicas científicas como el Instituto Geofísico del Perú (IGP) y el Instituto Geográfico Nacional (IGN). Lejos de espantar a los mercados, una gestión basada en la ciencia, transparente y participativa, de los recursos propiedad de todos los peruanos otorga mayor confianza y facilita el acceso a mercados cada día más exigentes.
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