La pandemia nos ha traído una serie de consecuencias negativas. El impacto económico ha sido grave en muchos aspectos, pero estamos seguros de que podemos recuperarnos. Ya lo hemos hecho antes. Sin embargo, la pandemia nos ha traído también otras reflexiones importantes como ciudadanos y como seres humanos. Se trata de la importancia del cuidado del medio ambiente. En los primeros meses de pandemia, cuando existía el total confinamiento de las personas, observamos con gratitud que nuestros mares y ríos estaban más limpios y nuestros animales más libres. La pausa que le dimos al planeta, cientos de millones de vehículos que diariamente se movían dejaron de circular, y esto significó para el planeta, un gran respiro. El respiro que necesitaba.
Hace treinta años se viene hablando de sostenibilidad, este concepto al cual muchas empresas buscan promover se traduce fácilmente en preguntarnos, qué estamos haciendo hoy para garantizar la calidad de vida las futuras generaciones. Es pensar en tus nietos y bisnietos. Es así de concreto. Es pensar: ¿Estamos realmente cuidando el planeta, nuestra casa común, como dice el Papa Francisco? Creo que la respuesta todos la sabemos, Hoy vivimos el cambio climático, una respuesta muy concreta que manifiesta el deterioro del planeta y está impactando a los seres humanos, pues se evidencia con el cambio de temperatura de uno o dos grados de incremento o descenso en las temperaturas promedio, lo que ha roto el equilibrio en el ecosistema: vida de especies naturales y animales.
En este contexto, hoy nuestras autoridades han levantado la cuarentena de los domingos pero sin vehículos particulares. Esta medida es un llamado para salir a caminar en familia o fomentar el uso de las bicicletas. Sin duda, ya lo estamos viendo en las calles. Miles de peruanos lo están haciendo para movilizarse entre su casa y trabajo, pues resulta más seguro que transportarse en el servicio de autobuses público en tiempos de pandemia. Además, es una contribución directa al cuidado del medio ambiente. De esta manera, resulta doblemente beneficioso, para la persona que conduce la bicicleta y para salvaguardar al medio ambiente. Estamos promoviendo el ODS 11: Ciudades y comunidades sostenibles y el ODS 13: Acción por el clima.
En Lima y gran parte del país no existen ciclovías. Aún no tenemos una cultura para cuidar al ciclista en las calles. Quizá con esta medida empecemos a promover esta cultura necesaria y sostenible. Para ello es necesario que nuestras autoridades promuevan la construcción de ciclovías seguras. Algunos distritos de Lima como San Borja y La Molina tienen ciclovías y están siendo muy valoradas por sus ciudadanos. A nivel internacional podemos señalar que países del primer mundo que ya tenían políticas de promoción y uso de bicicletas han señalado que incentivarán más su uso. Como ejemplo podemos citar que en la ciudad de París (Francia) en la pandemia se está promoviendo que más personas vayan en bicicletas en lugar de transporte público.
Esta práctica ya era propia de los países del primer mundo, pero vemos que se está incrementado y está siendo valorado por los ciudadanos. En América Latina tenemos el caso de la ciudad de Bogotá, que los días domingos cierran sus calles para que los ciudadanos puedan salir a las calles a manejar bicicletas, triciclos, patines y otros.
Esta práctica de movernos en bicicleta, sea para ir al trabajo, hacer deporte o salir a pasear en familia y amigos, ojalá llegue para quedarse. Necesitamos que más peruanos se animen a sacar su bicicleta y recuperen la confianza de salir a las calles a practicar un deporte apasionante para muchos. En mi caso he regresado a montar bicicleta luego de 15 años y soy muy feliz. Anímense a salir en bicicleta.
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