El efecto del coronavirus en el turismo peruano puede afectarse desde aspectos que no necesariamente están ligados de manera directa al brote del nuevo virus.
En primer lugar, el turista original de China es el canal más evidente de impacto directo sobre las empresas de este sector, ellos pertenecen a un grupo de visitantes internacionales que se caracteriza por viajes de larga distancia y con altos presupuestos de gastos.
Según PROMPERU (2018), internacionalmente el viajero chino tiene un alto poder adquisitivo y en cada viaje gasta en promedio U$ 5,565 siendo su mayor gasto en compras (25%), luego alojamiento (19%) y hoteles (17%). El impacto sobre el turismo no será tan fuerte ya que en el 2018 nos visitaron 50 mil turistas chinos, ubicando este origen fuera de los 10 principales para el Perú. Quizá el mayor impacto se da sobre la perspectiva de crecimiento puesto que el potencial de este nicho representa el mayor mercado de origen con sus 250 millones de viajeros al año.
Otro impacto indirecto es que el brote de un virus a nivel global, lleva a cambiar los parámetros de elección del viaje ya que para la evaluación del destino a visitar entraría en consideración el perfil del país en cuanto a su salud pública, este facto afecta principalmente a las empresas del sector turísticos. .
Lamentablemente, Latinoamérica experimenta una de sus epidemias de dengue más alta de sus últimos años, la capacidad de respuesta del Perú al dengue puede jugar un rol central para evitar ser percibido como una opción descartable en el mercado del turismo internacional.
Se necesita tomar medidas proactivas como un MINCETUR coordinando con MINSA sobre el monitoreo de la salud pública en los principales destinos turísticos y a la vez produciendo y compartiendo información sobre la calidad de los servicios de salud para evitar incertidumbre en quienes se estén informando sobre nuestro país como una opción de viaje.
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