Hace unos meses era difícil imaginar que grandes estrenos de películas producidas por grandes compañías como Universal o Disney fueran directamente estrenadas por plataformas digitales como Netflix o Disney +.
Los intereses de las cadenas de multicines estaban en juego, pues los estrenos de películas taquilleras iban de la mano de un acuerdo que mandaba que los estrenos en salas de cine serían solo transmitidos por estos medios por hasta 75 días, tiempo tras el cual se podrían también transmitir por medios digitales (Blu-Ray o programas de suscripción). Esto producía rentabilidad para las cadenas de cines, que compartían cerca de un 50% de las ganancias por la reproducción de estas películas.
Sin embargo, la COVID-19 ha llevado a encontrar nuevas formas de desafiar nuestro statu quo, y en lo que fue una movida arriesgada, en marzo de este año Universal decidió estrenar su película Trolls World Tour a través de medios digitales, rompiendo la manera de tradicional de estrenar en cadenas de cines. Esto llevó a que la cadena de cines AMC vetara todas las películas producidas por Universal en el futuro, considerando sus acciones como una jugada desleal. Sin embargo, esto también probó a Universal que no requería de un intermediario para poder entregar el producto al consumidor para ser rentables, recaudando $100 millones por esta segunda película, contra los $153.7 millones que logró la primera película de Trolls estrenada en cines. La gran diferencia era que al estrenarlo directamente, no tenía que pagar las grandes comisiones de distribución a los cines.
Las cadenas de cine han gozado de las ganancias por distribución desde hace décadas, pero los tiempos cambian, y las necesidades en los tiempos actuales llevan a empresas como AMC a reducir su capacidad de negociación para sobrevivir a la quiebra. AMC y Universal firmaron un acuerdo de paz, bajo el cual buscaban beneficiar ambas partes para mantener sus relaciones de negocio. El acuerdo consistió en cortar la exclusividad de 2.5 meses a solo 2.5 semanas en los cines, donde AMC es claramente el perdedor.
Disney se une al juego al declarar que estrenará Mulan a través de su plataforma digital en vez de a través de los cines. En el libre mercado, la competencia lleva a beneficiar a los consumidores; sin embargo, más que un beneficio, quizás estamos ante el inicio de un cambio en nuestros hábitos de consumo que desplacen lentamente a los cines.
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