La ganadora de dos Latin Grammy sostuvo una charla durante el Hay Festival Arequipa 2020 en el que, a propósito de los cien años de Chabuca Granda, repasó su amistad con la cantante peruana y su legado en la música.
Fue un homenaje, de una artista identificada con el Perú a otra. Susana Baca, en el marco del Hay Fórum Digital Moquegua —parte del Hay Festival Arequipa 2020—, conversó con el escritor Rodrigo Sarmiento y el historiador y sociólogo Raúl Álvarez Espinoza acerca de la vida y el legado de Chabuca Granda, quien este año celebra su centenario.
Durante la conversación, la exministra de Cultura aseguró que este 2020 empezó tratando de hacerle un “homenaje personal” a la autora de “La flor de la canela” al “escucharla, leer y releer sus letras, y sentirla”. Baca, que empezó a oírla desde chica por su madre, recordó que la voz de Chabuca Granda no sonaba en las radios, aunque sí sus composiciones que calificó de “atrevidas”.
Para la nominada a los Latin Grammy 2020, Granda destacó con sus letras elegantes en medio de una época en la que “se están cantando cosas muy huachafas y muy feas de la música criolla”. “La flor de la canela”, inspirada en Victoria Angulo, marcó una diferencia: “Chabuca tenía como una claridad, una cosa para conectarse con los temas que ella aborda y canta y compone”.
PRIMER ENCUENTRO CON CHABUCA GRANDA
Además de la música, una amistad unía a Susana Baca con Chabuca Granda. Y durante su charla, la creadora del álbum “A Capella” no dudó en recordar el primer encuentro que tuvo con su colega 24 años mayor. Una reunión que fue posible gracias a su amiga Dora Bazán, quien la llevó hasta el departamento de la cantautora.
“Ese día ella [Chabuca] cantó. Había un guitarrista y ella decía: ‘Yo soy telonera, yo voy a cantar primero’. Entonces cantó. Y después Dora le dice: ‘Susana también canta’. Y le digo: ‘Te voy a cantar una de tus canciones’. Y canto ‘Rosas y azar’. Ella me elogia. ‘Me voy a dedicar a cantar’, le dije, ‘con canciones tuyas’. Y ella me dice: ‘Búscate otras canciones también de otros, porque no te van a escuchar mucho lo que yo tengo’. Así fue que la conocí”, relató.
A partir de entonces, Susana Baca se volvió una asidua visitante de la casa de Chabuca Granda y compartieron veladas en que leían poesía e inquietudes musicales en las que no faltaban las confesiones sobre el origen de ciertos temas, como “José Antonio”. “Ella tenía una relación muy fuerte con su padre y su madre; era un hogar donde estaba la música y ella florece allí”, dijo.
OBRERA DE LA MÚSICA Y HOMENAJE A JAVIER HERAUD
La cercanía de Baca con Chabuca Granda la hizo testigo de sus ensayos con Lucho González en los que no faltaron críticas y arduos esfuerzos por lograr temas memorables. “Ella era una trabajadora de su música”, sostuvo la ganadora de dos Latin Grammy. “Yo la veía a la Chabuca como una obrera de la música, muy disciplinada”, agregó.
Bajo este régimen creativo fue que la autora de “Fina estampa” logró sacar adelante una trayectoria que se caracterizó por su diálogo con los acontecimientos de su época. La Reforma Agraria, las guerrillas de la década de 1960, la poesía de su tiempo… todo ello está reflejado en las composiciones de Granda.
“Ella está en su tiempo, en el momento de las cosas”, señaló Baca al respecto. Y, en esa línea, rescató “Las flores buenas de Javier”, disco homenaje que le dedicó la cantautora al poeta Javier Heraud, quien falleció asesinado por las fuerzas del orden en Puerto Maldonado, en 1963, tras unirse al grupo guerrillero Ejército de Liberación Nacional.
“Asesinan a Javier y esa misma tarde llegan a la casa de Chabuca, César Calvo, Arturo Corcuera y otros poetas más que no recuerdo. Ellos llegan llorando y le cuentan a Chabuca quién es Javier Heraud y por qué lo han matado. (…) Ella asume ese personaje, lo tiene dentro, y empieza a componer con esto. Es una huella muy fuerte y profunda la que deja Javier Heraud en Chabuca”.
LA SUPERVIVENCIA DEL LEGADO
Para Susana Baca, una de las más grandes virtudes de Chabuca Granda fue su “fortaleza” que podía enseñar cantando. Muestras de ello lo dio cuando, al ser invitada por el expresidente Velasco Alvarado a cantar en Palacio de Gobierno, cantó “La camisa” frente al militar que dirigió el operativo de asesinato de Javier Heraud.
“La obra musical de Chabuca es muy importante estudiarla y la recomiendo para todos los jóvenes músicos que están formándose en escuelas”, indicó la artista de 76 años. “Ella, indudablemente, tuvo un don, una formación, trabajó con esa formación, con esos aportes, y entregó una obra fabulosa que ahora la podemos tener más cerca”, concluyó.
A cien años del natalicio de María Isabel Granda y Larco, no hay mejor forma de sobrevivir a su memoria que hablar sobre su música. Y, sobre todo, escucharla. Y escucharla y escucharla.
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