Día Mundial contra el Bullying: ¿qué hacer frente a situaciones de violencia y cómo actuar de manera efectiva?

De acuerdo a los datos proporcionados por el portal SíSeVe del Ministerio de Educación, en el año 2023 se registraron 19,812 casos de violencia escolar en todo el país, lo que representa un aumento de aproximadamente el 60% en comparación con el año anterior, cuando se reportaron 12,032 casos.

En lo que llevamos del año 2024, se han registrado un total de 792 casos de enero a marzo. Aunque esta cantidad muestra una leve reducción respecto a los 837 casos reportados en el mismo período del año anterior, sigue siendo preocupantemente elevada, generando gran preocupación.

Ante este problema, la psicóloga y gerente de educación de Innova Schools, Jessyca Sampe, destaca que nuestra sociedad no está experimentando indicadores pacíficos, evidenciando en cambio una tendencia hacia la violencia, fenómeno que está siendo notable en el ámbito escolar según las estadísticas del portal SíSeVe. “La prevención en los colegios es un tema muy serio que tenemos que tomar en cuenta", sugiere la especialista.

La psicóloga señala que uno de los factores responsables del aumento de la violencia escolar ha sido la pandemia. Esto se debe a que la escuela, como el segundo entorno social más importante para los estudiantes después de la familia, se vio afectada durante el periodo de educación no presencial, lo cual tuvo un impacto significativo en los alumnos.

El crecimiento del ciberbullying en el país

Sampe señala que el ciberbullying ha experimentado un aumento debido al uso de las redes sociales, una tendencia que se ha reflejado en las estadísticas del portal SíSeVe. Antes de la pandemia, el punto más alto se registró en 2019 con 270 informes de ciberacoso durante ese año. Sin embargo, a partir de 2021, las cifras han ido en aumento, alcanzando su punto máximo en 2023 con un total de 313 casos reportados de ciberacoso. Es importante destacar que entre enero y marzo de este año ya se han reportado 31 casos.

"Antes de la pandemia, incluso, nuestra casa era un lugar seguro donde nosotros teníamos un respiro incluso de estos actos de violencia. Hoy en día con las redes sociales no hay lugar seguro y el hogar tampoco se ha convertido en ello, porque recibimos los estudiantes, los niños, los adolescentes, reciben en casa estos mensajes a cualquier hora, en cualquier lugar. Entonces el bullying se ha extendido a 24 horas del día, 7 días a la semana y en los estudiantes el impacto ha sido muy fuerte sobre todo en la salud mental de los estudiantes", expresó.

¿Cómo podemos reconocer si alguien está sufriendo de bullying?

La psicóloga resalta la necesidad de establecer una comunicación estrecha entre la escuela y los padres de familia para detectar cualquier cambio en el comportamiento de los estudiantes, ya sea en el entorno escolar o en casa. Sobre estos cambios, Sampe se refiere específicamente a señales como el aumento del aislamiento, la irritabilidad o la agresividad. Además, destaca la falta de interés por asistir a la escuela como otro indicador común.

Ante esta problematica, resalta la importancia de abordar temas preventivos desde la escuela, como el fortalecimiento de la autoestima, la promoción del reconocimiento de la diversidad y, sobre todo, el respeto, tanto hacia los demás como hacia la diversidad. También señala que el bullying y el acoso suelen surgir cuando hay diferencias percibidas en los demás, ya sea en términos físicos, personales o de comportamiento.

¿Cómo debería actuar la escuela frente a estas situaciones?

En relación al incidente de los estudiantes acusados de editar fotos de sus compañeras para su venta, una noticia que generó gran preocupación en su momento, Jessyca Sampe enfatiza la importancia de que las escuelas establezcan protocolos de actuación, evitando esperar a que ocurra un incidente para decidir cómo afrontarlo. Destaca la comunicación como un elemento crucial, sugiriendo que los padres y las familias deben recibir información y capacitación sobre el tema antes de que surjan problemas.

Advierte sobre la persistencia del problema del bullying más allá de la infancia o adolescencia, señalando estudios que indican que los agresores tienen más probabilidades de continuar siéndolo en la edad adulta.