Nueve regiones del Perú se encuentran en riesgo inminente de déficit hídrico. ¿Qué implica este fenómeno y qué daños puede generar en el país? Se lo contamos en el siguiente informe.
Caudales de ríos por debajo del promedio, escasez de lluvias en la sierra, la alarmante disminución del nivel del lago Titicaca, en Puno, y en la laguna Piuray, en Cusco, son algunas señales de que el agua se está agotando, provocando un fenómeno que alerta al mundo: el déficit hídrico, consecuencia del cambio climático. Este término se utiliza cuando la demanda de agua es más alta que el nivel disponible en un periodo determinado o cuando su consumo se ve restringido por su baja calidad.
Apurímac, Arequipa, Ayacucho, Cusco, Huancavelica, Junín, Pasco, Tacna y Puno se encuentran en riesgo inminente de déficit o estrés hídrico. Son regiones que han sido incluidas en un decreto de urgencia para contrarrestar los efectos de la escasez de agua, siendo Puno la región donde se prevén efectos severos.
Ernesto Fonseca, especialista de la Autoridad Nacional del Agua, explica por qué: “Lagunillas que se encuentra en Puno, se encuentra en su mínimo histórico, podemos mencionar las condiciones del Lago Titicaca que, desde 1982, está registrando los niveles más bajos de la data que manejamos como Autoridad Nacional del Agua”.
Según Jordy Vílchez, director de Prospectiva del Centro Nacional de Planeamiento Estratégico, Lima también está en riesgo.
“La situación es preocupante. En el corto plazo con la ocurrencia del Fenómeno El Niño puede haber una afectación, como ocurrió en el 2017 con el Fenómeno El Niño Costero, que generó indisponibilidad del recurso hídrico, pero por el lado de la oferta, existe la posibilidad de que esta se pueda reducir porque va a haber menos presencia de lluvias y además podría darse fenómenos estacionales como sequías”, sostuvo.
Te recomendamos
Perú, con estrés hídrico
Según el Banco Mundial, el Perú se encuentra entre los ocho países con la mayor reserva de agua dulce en el mundo; sin embargo, ocupa el puesto 66 en el ranking de estrés hídrico de los estados miembros de las Naciones Unidas y las proyecciones apuntan a que el 58 % de la población peruana vivirá en zonas con escasez de agua para el 2030.
Urgen medidas de contingencia, como el uso racional del agua potable y el empleo de fuentes alternativas de agua dulce. Es primordial el compromiso con la protección de este recurso.
“No podemos seguir haciendo riego de parques con el agua que tratamos, que ya nos cuesta mucho, sino que tenemos que incrementar plantas de riego de agua residuales en cada distrito y también la población tiene que poner de nuestra parte”, refirió la ministra del Ambiente, Alvina Ruiz.
El estrés hídrico compromete, además, el abastecimiento de agua potable, las actividades económicas y la agricultura, a la vez que pone en riesgo la seguridad alimentaria. Todo esto pone en peligro a la población más vulnerable, la cual está más expuesta ante los daños que puede acarrear el Fenómeno El Niño, si es que las autoridades no toman decisiones sobre dicho asunto.
Nuestros podcasts
Ver másComparte esta noticia