El sector minero, que representa aproximadamente un tercio de la economía de Arequipa, ha enfrentado un periodo de declive, con menor producción de metales como el oro, la plata y el cobre.
El Instituto Peruano de Economía (IPE) informó que la economía de Arequipa se contrajo un 1.9 % en el segundo trimestre de 2024, marcando el ingreso de la región en una recesión técnica, tras tres trimestres consecutivos de caída.
Este fenómeno, que se define como la reducción del Producto Bruto Interno (PBI) en dos trimestres seguidos, se ha visto influenciado por un desempeño negativo en 3 sectores clave: agropecuario, minería y manufactura.
Condiciones climáticas impactaron gravemente la producción agrícola
El sector agropecuario, que representa el 6 % de la economía arequipeña, ha sido uno de los más afectados, registrando una caída del 11.9 %. Las condiciones climáticas adversas han impactado gravemente la producción agrícola, especialmente en cultivos esenciales para la agroindustria y el mercado interno.
Entre los productos más perjudicados se encuentran la aceituna, que disminuyó un 71.3 %, y la alcachofa, con una reducción del 26.3 %. Aunque algunos cultivos, como la palta (+34 %) y el tomate (+28.5 %), mostraron un crecimiento positivo, estos no fueron suficientes para contrarrestar la caída general del sector.
Producción de oro, plata y cobre disminuyó significativamente
El sector minero, que representa aproximadamente un tercio de la economía de Arequipa, ha enfrentado un periodo de declive.
La producción de cobre en Cerro Verde cayó un 4.5 % en el segundo trimestre de 2024, y otros minerales como el oro (-3.3 %) y la plata (-19.4 %) también mostraron descensos significativos.
Empresas clave como Buenaventura y Veta Dorada han visto disminuir su rendimiento, lo que agrava la situación económica de la región.
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Manufactura y construcción sufrieron contracción
La manufactura en Arequipa también ha visto un impacto negativo, con una contracción del 1.9 %. La manufactura primaria se desplomó un 16.5 %, afectada por la baja producción de conservas de pescado y productos derivados del cobre.
Asimismo, la manufactura no primaria también cayó un 2 %, principalmente debido a la disminución en la fabricación de cemento, crucial para la construcción.
A propósito, la construcción, que representa el 8 % de la economía regional, también retrocedió un 6.6 %. Este desempeño se atribuye a la menor inversión pública y a un bajo dinamismo en la autoconstrucción de viviendas.
Hasta septiembre, la ejecución de la inversión pública alcanzó solo el 56.9 %, dejando pendientes S/ 429 millones. Además, 59 de las 109 municipalidades de Arequipa no han logrado superar el 50 % de avance en sus presupuestos, limitando así el desarrollo de nuevos proyectos de infraestructura.
¿Qué estrategias se necesitan?
A pesar de estos desafíos, algunos sectores como el transporte (+4.2 %) y el comercio (+2.5 %) han mostrado crecimiento, aunque insuficiente para compensar la caída general.
De acuerdo con el IPE, la reactivación económica de Arequipa dependerá de un enfoque renovado en sectores estratégicos como la minería y la agricultura. Además, la ejecución de proyectos públicos como el de irrigación Majes-Siguas II, que podría expandir la frontera agrícola en casi 40 mil hectáreas, se presenta como una oportunidad vital.
A largo plazo, un mayor impulso en la inversión pública y privada será fundamental para que Arequipa recupere su liderazgo en el crecimiento económico del país.
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