Javier González-Olaechea indicó que la redefinición de la política exterior del Perú se viene trabajando en atención de los cambios en el escenario internacional, los cuales plantean nuevos desafíos globales.
El canciller Javier González-Olaechea sostuvo que la visión del Perú respecto a los asuntos internacionales se verá plasmada en la "reforzada" política exterior, la cual había anunciado que sería redefinida en abril y que se trabaja como un elemento de gestión interna que plasmará una visión de futuro a 20 y 30 años.
“Es decir, mirar cómo se reconfigura el mundo y entonces diseñar la política exterior a los efectos que en los próximos 30 años tengamos un papel más importante”, comentó durante su exposición en la Academia Diplomática del Perú 'Javier Pérez de Cuéllar'.
En su charla, comentó que el mundo ha entrado en una "era disruptiva" que ha cambiado contextos y preferencias de las relaciones internacionales. La misma plantea nuevos desafíos globales "que necesitan de respuestas innovadoras", pues representa una transición hacia un cambio de era con la influencia de factores como la inteligencia artificial, las nuevas formas de comunicación y la bioingeniería, los cuales convergen entre sí.
En la actualidad, González-Olaechea mencionó que ahora existen mayores desequilibrios debido a que, en la construcción de relaciones, existen economías que evolucionan de manera exponencial, mientras que otras quedan retrasadas por diferentes motivos.
Cambios en el escenario mundial
El ministro comentó que los cambios políticos en el mundo incluyen la mutación y restricciones a la soberanía nacional; así como el crecimiento del denominado "club nuclear", que envuelve a cerca de 15 países.
En esa línea, también consideró la fragilidad en las fronteras en los cinco continentes; los nuevos actores que inciden en las economías (calificadoras de riesgo), las migraciones forzosas y masivas y la crisis de la confianza como otros factores a tomar en cuenta.
Asimismo, el canciller indicó que la disrupción ocurre en elementos económicos y sociales como el comercio o inversiones internacionales, la transnacionalización, geoconcentración y deslocalización, la bioempatía, la volatilidad de la seguridad jurídica, el e-commerce, las criptomonedas, entre otros.
Te recomendamos
Comparte esta noticia